"CUANDO TODOS LOS DÍAS RESULTAN IGUALES ES PORQUE EL HOMBRE HA DEJADO DE PERCIBIR LAS COSAS BUENAS QUE SURGEN EN SU VIDA CADA VEZ QUE EL SOL CRUZA EL CIELO"
Paulo Coelho
Uno de
los obstáculos más grandes para alcanzar el éxito en la vida tiene que ver con
la terrible apatía que nos cargamos; la indiferencia hacia muchas cosas.
Fundamentalmente se trata de una falta de motivación que no permite a nuestro
genio manifestarse a plenitud, con el gozo y la actitud que se desea.
Simplemente dejamos de anhelar y esperar para el mañana, menos de lo que
disfrutamos éste día. La vida se nos transforma en una secuencia grises y
monótonos eventos.
Reflexione en esto:
Todos
los días terminados con “s” (para
muchos se incluye también los sábados y domingos), nos levantamos a la misma
hora, por el mismo lugar y con el mismo pie. – Analícese, porque esto es muy
cierto -. Nos ponemos las mismas chanclas o pantuflas. Nos bañamos y acicalamos
con nuestras mejores ropas y calzado. Desayunamos apresuradamente y medio nos enjuagamos
la boca, no los dientes, porque ya se hace tarde. Tomamos las llaves del auto, no
sin antes haber servido comida y agua para las mascotas. Nos trasladamos al
lugar de trabajo por el mismo camino de siempre. Algunas hermosas damas todavía
maquillándose en el trayecto.
Al
llegar a la oficina u área de trabajo saludamos a las mismas personas de
siempre, con el mismísimo saludo que sabemos dar, sin ninguna novedad aparente,
ni más alegría que la expresada ayer. Checamos o pasamos lista y hasta nos
enteramos del último chisme del fin de semana allí en el pasillo. Prendemos la
computadora y sacamos nuestras herramientas de trabajo. Algunos vamos por un
café, que harta falta nos hace para despertar y entrar en acción. Revisamos el
correo electrónico, el facebook, el twitter y la agenda del día, o bien
preparamos otro material y equipo necesario. Elaboramos correspondencia y damos
seguimiento a diversas actividades pendientes. Al llegar el medio día salimos a
degustar nuestros alimentos, ésos que proporcionan la energía necesaria para
mover el carruaje humano que conducimos. Sin tiempo para echarse una siesta, regresamos
a la oficina o área de trabajo, a finiquitar algún pendiente del día o bien
sólo esperar la hora de salida.
Por la
tarde o noche, después de un exhausto y monótono día de trabajo, volvemos a
casa, plenamente agotados y algo fastidiados por la rutina. Lo más que se nos antoja
hacer, inmediatamente al llegar, es dormitarnos o ver un poco de televisión
junto con la familia, hasta que llegue la hora para cenar o ir a dormir. Así
mañana repetir la mismísima historia de nuestra vida. Después de todo, una
noche más despejará varias de nuestras penurias.
No
disfrutamos ni gozamos esta serie de eventos rutinarios. Tampoco innovamos ni
cambiamos los escenarios más reiterativos. Las llaves siempre las colocamos en
el mismo lugar de siempre. El TV está en la esquina donde se acomodó el primer
día que nos mudamos a esta casa. Y… para no variar, en menos o más, nos
sentamos en la misma sala y silla de siempre. La sazón y los guisos con que
alimentamos nuestra alma no varían nada respecto al día anterior ni a la semana
pasada. Sencillamente perdimos el interés por catar nuevos sabores.
Este
estado mental, que así suele definir el autor, es el producto de una extremada
y arraigada indiferencia por la vida. A veces causada por la desesperanza de
los problemas económicos y de salud, pero la mayoría de las veces producto de
una educación errónea. Se trata de una mentalidad típica en aquellas personas
que viven bajo exigencias ajenas a sí mismas, a menudo impuestas por los medios
masivos de comunicación (fundamentalmente la TV), familiares, compañeros de
trabajo y escolares. ¡Un error que raya en la codependencia e infelicidad de
los seres humanos!
Por
eso ¡Descubra nuevos talentos y habilidades! ¡Esté dispuesto a hacer cambios
en su vida y a trabajar duro es ellos! Estos pudieran ser tan simples y sencillos
como re-decorar la casa, tomar nuevas vías de acceso al lugar de trabajo, leer
algún nuevo libro o ver una película de estreno. ¿Qué hay de variar la sazón de
los alimentos? En pocas palabras fíjese
metas de mediano y largo plazo que quisiera alcanzar. ¡Perciba todas las cosas
buenas que surgen en su vida y salte tras ellas! ¡ Por ningún motivo las deje pasar! ¡Nunca piense en tan trillado "Ay se va"!
La manera en que quiera ver proyectada su felicidad es tan simple, pero requiere de ciertos ajustes.
La manera en que quiera ver proyectada su felicidad es tan simple, pero requiere de ciertos ajustes.
Con mis atentos saludos,
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