SIGNIFICADO DE VADEMÉCUM






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viernes, 29 de diciembre de 2017

“EXISTE AL MENOS UN RINCÓN DEL UNIVERSO QUE CON TODA SEGURIDAD PUEDES MEJORAR ((DURANTE EL 2018)), Y ERES TÚ MISMO” Aldous Huxley




La mayoría de nosotros tendemos a desmotivarnos demasiado pronto y debido a ello procrastinar las cosas. Paradójica e irrisoriamente cada fin de año nos proponemos “bajo reflexión y juramento” las mismas proezas de hace tantos años, sin conseguir, al menos, el cumplimiento de una sola. Hoy quisiera compartir algunos tips o consejos que permitirán aumentar la productividad y autoestima durante el 2018.

Su cumplimiento y regulación tiene que ver mucho con la aplicación de la “heurística”. El término heurística se define como la capacidad inmediata que tiene el hombre para crear o innovar algo, con la finalidad de proporcionar estrategias que ayuden a la resolución de algún problema. A través de la creatividad y el pensamiento divergente, junto con el cúmulo de experiencias vividas, se obtiene la capacidad para encontrar una solución viable y oportuna a cualquier conflicto que se presenta.

Su importancia radica en que permite a la persona manifestar una conducta proactiva y beneficiosa en la búsqueda de soluciones, caso contrario sería que el individuo se quedará con los brazos cruzados y no hiciera nada por mejorar.
Sugiero doce estrategias (número completo o perfecto) que con disciplina y perseverancia pueden aplicarse para mejorar ese rincón del universo que eres tú mismo:

1.Fíjese Pocas Metas, Realistas, Medibles y Alcanzables. No sueñe en el país de las maravillas, mucho menos en la luna de Pandora de la película Avatar; tampoco piense en transformar toda su vida de un jalón. Lo que se puede se realiza, lo que no es posible ni perder el tiempo reavivando pavesas.

2.Cheque su Estado de Salud. Como iniciativa para un “buen vivir 2018”, visite a su médico, odontólogo y oftalmólogo, y hágase un chequeo médico para que sepa qué males le acometen y así estar al tanto de las posibles soluciones correctivas y de mejora continua. Muchas personas hasta ignoran su propio tipo sanguíneo y en consecuencia no están conscientes de si lo que comen les porta bien. Por eso, no escatime el desembolso de recursos económicos que pueda hacer ahora, recuerde que se trata de su salud y vida. Arthur Schopenhauer, filósofo alemán, dijo: “La salud no lo es todo, pero sin ella, todo lo demás es nada”.

4.Coma Sano, Mastique el Agua y Dese Tiempo para Respirar con Calma. Este apartado es quizás tan esencial como obligado, si tomamos en cuenta aquella fórmula hipocrática que dice “Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina". Comer sano no solo implica ingerir alimentos producidos en forma inocua, libres de agro tóxicos, también exige una preparación cuidadosa, sin excesos en la cocción y hervor, pues esto hace a perder las buena propiedades nutricionales y bromatológicas de los alimentos. Hoy día la agricultura orgánica resucita como una de las mejores filosofías de vida, que está evolucionado la vida de miles.

Por su parte, la acción de masticar el agua ayuda a mezclarla perfectamente con los componentes de la saliva y esto favorece para que el estómago y el cuerpo la absorban mejor; el no masticarla es igual a ingerir alimentos semi enteros. Para mayor información consulte “Medicina Natural al Alcance de Todos”, de Manuel Lezaeta Acharán.

Ahora “Dígame cómo respira y le diré cómo vive”. Esta frase es muy ilustrativa y viene a decirnos que, nuestras emociones, nuestras ansiedades y ritmos de vida, están relacionados directamente con la manera en que respiramos. Por su parte, los hábitos actuales no benefician en absoluto a nuestra salud, debido a que la prisa y la preocupación provocan que nuestra respiración sea rápida e incompleta. Por eso trate de practicar de pie o sentado, con la columna recta, derecha, y respirando siempre por las fosas nasales. Inhalamos primero a través de la nariz llenando la parte inferior de los pulmones, consiguiendo así la indispensable colaboración del diafragma. Cuando desciende el oxígeno, notaremos como se va hinchando poco a poco el abdomen, elevándose a su vez las costillas, el esternón y el pecho, para finalizar con esa ligera hinchazón de la parte alta de los pulmones y la parte superior del pecho, como si nos tirasen del cuello. Una vez finalizada la inhalación vamos a intentar retener el aire unos tres segundos. Ahora exhalamos muy despacio metiendo poco a poco el abdomen, expulsando todo el aire para aflojar al final pecho y abdomen. Si el diafragma duele o molesta, significa que no se está realizando bien este ejercicio.

3.Adáptese un Lugar Conveniente de Trabajo. Un entorno apropiado, limpio, libre de tantísimos “trebejos” y bien iluminado es fundamental para aumentar la productividad. Trabajar en un lugar ordenado y minimalista al estilo “Zen” ofrece un mayor enfoque y claridad, permite que usted se sienta en paz y tranquilidad, y esto impulsa la motivación a la hora de desempeñar labores.

6.Use una Agenda o Bitácora. Anote en una agenda, libreta de mano o de bolsillo, todas tus actividades y compromisos a desempeñar. No minimice el valor de poner por escrito la fecha y horario para cumplir cada asunto, ya que con frecuencia olvidamos en nuestra memoria las cosas. Algunas personas innovadoras o creativas, colocan cartulinas tamaño 110 x 77 cm detrás de la puerta o frente al refrigerador y allí llevan el control diario de todas sus actividades. Una libreta pequeña, siempre en la bolsa del pantalón, tendrá buenos resultados al respecto.

7.Sea Puntual en Todo. Sin importar cuál sea la ocasión, siempre sea puntual. Llegue a tiempo a sus citas o reuniones, aunque estas sean con familiares y amigos de confianza. Si quedó de llamar a alguien a las 8:00 a.m., que no sea a las 8:01 a.m. “La informalidad en atender una cita es un claro acto de deshonestidad. Igual puedes robar el dinero de una persona si robas su tiempo” (Horace Mann, 1796-1859, educador estadounidense).

Pocas personas se exigen llegar unos 10 a 15 minutos antes de la hora oficial de entrada a su lugar de trabajo y así poder empezar a laborar puntualmente, ya con todos sus materiales y equipos puestos en marcha, inclusive, hasta con una rica taza de café. Este es un hábito ya casi extinto que tendremos de recuperar.

8.Madrugue y Dios le Ayuda. Madrugar le brindará muchas de ventajas, entre ellas, el hecho de disponer de toda la mañana, desde las 5:00 o 6:00 a.m., para leer, trabajar, contestar algunos e-mails, y cuando los demás se levanten usted ya habrá realizado al menos 1 a 3 actividades de ventaja.

5.Elimine Cosas Innecesarias de Su Vida. Una vida sencilla y sin complejidades le harán más placenteros los 365 días del año. Las cargas excesivas de trabajo, la añoranza por más y más bienes materiales, quererse igualar con el amigo o el vecino no le dejarán más que cansancio y desmotivación. Si se adecua solo a lo estrictamente necesario para vivir dignamente se evitará muchas aflicciones. 

9.Aproveche Todos Aquellos Momentos para Leer, Escribir y Reflexionar. Lleve siempre consigo papel y lápiz, un libro, una revista, un celular o un computador donde pueda leer y escribir, y aprovechar aquellos momentos en los que tenga que esperar o viajar. Esto le permitirá estar enterado de todo, o casi todo. Tenga presente que ninguno de nosotros debe sustraerse de lo que está ocurriendo, a nivel mundial, en materia política, ambiental productiva, económica, social, demográfica, cultural y educativa; es menester estar informados. “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho” (Miguel de Cervantes).

11.Atenúe Cosas que le Preocupan Prematuramente y en Demasía. Llegar a una edad avanzada, el aparecimiento de las canas y arrugas, la perdida de dientes, es decir, quedarse “chimuelo”, la pérdida de visión, la retorno a la soledad por quedarse sin hijos y sin esposo(a), quedarse sin patrimonio, desempleado y sin pensión, el surgimiento del decaimiento físico y la irreversible pérdida de agilidad, etc., son cosas que agobian en demasía y que al mismo tiempo deprimen sustancialmente. Deje que estas inquietudes lleguen a su debido tiempo, viva tranquilamente el presente, no se ponga melancólico sobre algo que no le está sucediendo. ¡Disfrute la vida!

10.¡Vaya y Compre Felicidad! Richard Wiseman, en su libro “59 Segundos, Piensa un poco para cambiar mucho” dice que, en términos de felicidad a corto y largo plazo, comprar experiencias hace a la gente más feliz que comprar productos. ¿Quiere usted comprar más felicidad? Pues gaste su bien merecido dinero en experiencias. Salga a comer fuera, vaya a un concierto, al cine o al teatro, vaya de vacaciones, aprenda a bailar salsa. En realidad, haga cualquier cosa que le ofrezca la oportunidad de relacionarte con los demás, y después cuénteselo a más gente todavía. Recuerde que, en lo referente a la felicidad, las experiencias son dinero bien invertido; no sea tacaño al respecto.

12.Recompénsese por el Bien Logrado. Es bueno que se premie al culminar una meta o etapa de actividades, o simplemente por haber hecho todo lo que tenía planeado para determinado día. Hable con usted mismo y dígase palabras encantadoras; cómprese un regalo y obséquieselo, o bien váyase a comer. Muy raramente nos agraciamos a nosotros mismos, pero esto tiene un impacto tremendamente positivo en nuestra autoestima. 

Conclusión

He comprobado que las plantas nos enseñan que lo peor que le puede pasar a una persona no es morir, sino vivir muerto, sin estilo y sin perfume propio. Ellas no se preocupan por lo que hay después de la muerte pero sí por lo que hay antes, en al ahora. En el instante presente está el pasado y el mañana; el futuro es inventable, no inevitable, se construye con todo aquello que hacemos hoy para mejorar. Cada segundo de nuestra vida determina simultáneamente el destino y expresa el ayer.  

                                                            ¡FELIZ AÑO 2018!
Con mis mejores deseos,
Joaquín Becerra-Zavaleta

Lecturas complementarias:

·  Celis Maya Juan Sebastián. 30 Consejos para aumentar la Productividad al máximo. Blog sobre desarrollo personal para el éxito y la libertad financiera. Recuperarlo en: https://www.sebascelis.com/30-consejos-para-mejorar-tu-productividad/

· Mejor con Salud. Aprender a respirar correctamente. Recuperarlo en: https://mejorconsalud.com/aprender-a-respirar-correctamente/ 26-12-2017.

sábado, 20 de abril de 2013

Como la Mujer del Cesar, Hay que Ser y Parecer un Buen Profesional (Parte 1)



Este artículo, que presento en dos partes, ha sido adaptado a partir de Farias Magallan (2007)* y se presenta aquí como una herramienta para mejorar la calidad de los servicios de todos los profesionales, así como las personas que sin contar con un título académico prestan un servicio o trabajo digno. Aquí hago honor a todos aquellos que se desempeñan como jardineros, agricultores, albañiles, fontaneros, mecánicos, carpinteros, pescadores, empleadas domésticas, tenderos y marchantes, etcétera, que constituyen el capital social que mueve la economía de un país.

También preludio la famosa frase atribuida al Divino Cayo Julio César (100-44 A.C.): “La mujer del César no sólo debe ser honrada (u honesta), sino además, parecerlo" , en la cual inspiré el título de este documento.



Empezaré por admitir diciendo, como bien lo señala el autor, que todas las profesiones están atravesando por un período de cambios inesperados, debido a la demanda del consumidor y al aumento constante de la competencia entre profesionales (profesionistas para México). Hoy en día ya no basta con tener un título habilitante y ejercer una profesión para ser un buen profesional. Se requiere serlo de verdad, pero además hay que demostrarlo en aptitud y actitud. De muy poco sirve presentar en varios capítulos nuestra Hoja de Vida o Curriculum Vitae, si no tenemos ante todo una buena apariencia personal, junto con buenos modales, que nos acompañen. En este contexto debemos asentir que, independientemente de las llamadas “palancas” o el “nepotismo” que se estila en varios sectores de la sociedad, como te ven te tratan. O bien, “dime cuantas armas portas y te diré quién eres”.

Para contextualizar un poco, la Real Academia Española define “profesional” como “Persona que ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación”. En México se emplea, con mayor frecuencia, el término profesionista para referirse a una persona graduada; se usa profesional para tipificar la calidad de trabajo que una persona ejecuta o presenta. A nivel más global se prefiere la expresión “profesional”.

Sobre este particular sentido, ya no es suficiente el extraer un diente, vacunar una mascota, cortar el césped, asear una habitación o hasta reparar un auto. Los clientes exigen más y mejores servicios, brindados por una persona facultada, que además tenga una imagen acorde a su tarea. ¡Sí, escuchó bien! ¡La apariencia personal es un factor determinante! Aunque todavía hay algunos pocos que no le dan la importancia que esto merece. Quizás se excusan en sus arraigados estilos y costumbres de vida, o bien porque deciden ser auténticos y no ser manipulados. Esta misma palabrería aplica a todas aquellas personas que, sin contar con algún título académico, prestan un servicio muy digno y de calidad, con frecuencia hasta mejor que cualquier profesionista o técnico en la materia.

Nuestra imagen atrae o rechaza a nuestros clientes y amigos.

Si nos presentamos a nuestras labores cotidianas, o estamos a punto de emprender un negocio, pero vamos con los pelos parados, sin bañarnos, todavía con lagañas en los ojos, comida residual en los dientes, mal aliento (halitosis), sin afeitarnos, ropa arrugada y zapatos sucios, es casi seguro que perdemos un buen negocio y hasta un trabajo. Añada a esto la actitud negativa con que nos hacemos acompañar. Mejor… ¡Trágame tierra!, dirán algunos.

Es por eso que una buena imagen ayuda a crear y ganar un lugar en la mente de los clientes, es decir, a posicionarse en el mercado y de los servicios. Es una herramienta que abre la oportunidad para el emprendimiento de un buen empleo o trabajo. El posicionamiento correcto consiste en lograr que el cliente diferencie, desde la primera vez, claramente los servicios brindados por el profesional, de los de su competencia; percibiéndolos como únicos, y como la primera y más relevante opción, al momento de elegir la alternativa para satisfacer sus necesidades. La imagen profesional es un concepto abstracto, que se forma a través de la percepción de elementos reales y emocionales en la mente de la gente. En teoría esto no debería importar, pero ¡Sí importa y mucho!. Cuando se celebra, por ejemplo, una Asamblea Ejidal o Comunal y el Ingeniero Agrónomo o el Médico Veterinario se para al frente y exhibe una apariencia sucia y desgarbada, difícilmente logra convencer a sus interlocutores. Si a esto le agregamos un deficiente manejo del lenguaje y la falta de confianza en sí mismo, las cosas terminan siendo decepcionantes.

Por eso los principales factores que ayudan o estimulan a generar una buena imagen profesional son: la apariencia personal (acicalamiento e higiene), el lenguaje corporal durante la interacción con el cliente; el comportamiento del profesional (dentro y fuera de la empresa/rancho); el entorno que lo rodea (su ambiente laboral incluyendo el resto del personal y su espacio de trabajo); los honorarios profesionales (muchos no saben cobrar y otros abusan cobrando); los conocimientos técnicos y la atención general brindada al cliente. Sobre este particular desglose de factores, tenemos mucho que aprender de los abogados, dentistas y médicos en salud humana, entre otros profesionales, que a resumidas cuentas visten apropiadamente para servir, pero también saben cobrar. No así algunos Ingenieros Agrónomos, Biólogos, Sociólogos, Nutriólogos y Veterinarios, sólo por  citar algunos casos de crítica constructiva.

Cuando un cliente acude a una entrevista o consulta (ej. consultorio veterinario, consultorio médico, despacho ambiental) deposita en el profesional su confianza para que éste le de soluciones concretas al mejoramiento productivo de la empresa o del  rancho, o bien atienda la salud de su ganado o eleve la calidad del bosque, etcétera. Además, espera encontrarse con una persona que, más allá de sus conocimientos técnico científicos, sea pulcra, cuidadosa de su vestimenta y de su higiene personal, educada y con una buena cultura general, características que seguramente asociará con seriedad, honestidad y capacidad profesional.

Sobre este particular punto de vista, le comento que he tenido la oportunidad de colaborar con diversos productores agrícolas de la República Mexicana y francamente he quedado boquiabierto al darme cuenta del manejo y comportamiento para con los trabajadores. Muy a pesar de realizar labores de campo (chapeo, siembra, podas, fertilización y cosecha, entre otras), se les exige que se presenten duchados y con ropa limpia todos los días, en punto de las 8 a.m. Esta actitud también se ve reflejada en la forma de manipular su “lonche” o “itacate”, como se le llama coloquialmente a los alimentos que portan los trabajadores de campo durante una jornada de ocho horas de trabajo. Estos alimentos incluyen, con frecuencia, el desayuno o almuerzo y la comida. Los trastes y servilletas exhiben limpieza y buen gusto. ¡Se antoja degustar los sagrados alimentos con este tipo de gente!

Esto me hace recordar a aquellos estudiantes coterráneos de enseñanza media y universitaria, que portaban mochilas rotas y algo sucias, y que en su interior había un verdadero desorden. ¡Nunca encontraban lo que hacía falta! En cierta ocasión un camarada viajó durante una semana con una jaiba hervida en el interior de su mochila de trabajo, sin darse cuenta. Otra más, que parece de cómic, tiene que ver con una colega extensionista que, al momento de abrir su bolsa de mano salta un pequeño ratón. ¡No daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo!

La puntualidad: un sello de garantía en peligro de extinción.

Los ingleses son famosos por su puntualidad de hasta un 90%. Seguramente los habrá impuntuales, pero es parte de su cultura el respetar a ultranza el tiempo de los demás. Sin embargo en México, vivimos en el país de los 20 minutos de tolerancia mínima y (casi) nadie dice nada. Llegar tarde muchas veces es visto como "fashionably late", o sea, “te ves bien llegando tarde a la reunión”, a la cita con tu cliente o tus familiares. Lo mismo ocurre cuando hay que atender a algún grupo de la comunidad rural; les restamos respeto y hasta razonamos que nadie quiere "llegar a barrer", que es lo mismo que llegar a tiempo. Tampoco es extraño ver que los anfitriones de una fiesta citan a las 7:00 p.m. y si a algún invitado se le ocurre llegar a tiempo, pues le tocará pasarla a solas en la sala de espera, mientras llegan los demás invitados, porque la señora de la casa apenas se está bañando y el señor está viendo el fútbol. Después de todo ¿quién va a llegar a las siete?  Aquí valdría la pena recordar las palabras de Horace Mann (1796-1859), educador estadounidense, quien dijo:"La informalidad en atender una cita es un claro acto de deshonestidad. Igual puedes robar el dinero de una persona si robas su tiempo" Vea más sobre puntualidad inglesa en aurelianogarcia.blogspot.mx

Este apartado constituye un llamado a la mente y corazón, con el fin de hacer los ajustes necesarios para atender en tiempo y forma cualquier compromiso agendado, así como dar curso a la entrega formal de los trabajos previamente convenidos o pactados. Si quiere ser buen profesional o un excelente prestador de servicios, no hay motivo para postergar las cosas, ni mucho menos restarles importancia a unos cuantos minutos. La puntualidad es un sello de garantía que todavía se honra en varios países y comunidades, lamentablemente es una cualidad que está en peligro de extinción. No obstante la repercusión que esto puede tener en nuestros clientes e interlocutores (que puede abarcar a familiares y amigos) es de valor incalculable. Se trata del respeto y la dignidad hacia el esfuerzo concienzudo de los demás, pero sobre todo de la imagen que dejemos plasmada en la mente de los que nos esperan.

Por ello, la próxima vez que acudamos a alguna cita o negociación, echemos un vistazo a nuestra apariencia personal, incluyendo la limpieza de los zapatos y aliento de la boca. Nunca escatimemos llegar 5 minutos antes de lo acordado; tendrá suficiente tiempo para desahogarse antes de empezar y hacer un reconocimiento del entorno. Recuerde que El buen profesional no solo debe serlo, sino además parecerlo”

Este artículo continuará...

Mientras tanto puede escribirme sus comentarios o sugerencias a joaquinbecerra16@gmail.com

*  Farias, M. D. J., 2007. Hay que ser buen profesional y además, hay que parecerlo.  Coordinador de VET-UY. www.vet-uy.com; www.produccion-animal.com.ar