PRECAUCIONES DE SEGURIDAD
ANTE RAYOS, TRUENOS Y RELÁMPAGOS
(Primera
parte)
J. Becerra-Zavaleta
23/Dic/2019
Imagen 1. Aspectos parciales sobre el impacto de los rayos. Se otorga el crédito correspondiente a quienes sean los autores. El uso es meramente didáctico y sin fines de lucro. |
INTRODUCCIÓN
Randall
Jarrell dice que “Un buen poeta es alguien que, al pasar la vida entera
expuesto a las tormentas, logra que lo fulminen cuatro o cinco rayos” Y es que
los rayos constituyen uno de los fenómenos meteorológicos más temidos del
planeta. Asombrosos fuegos artificiales a la mitad de la noche, que causan
grandes pérdidas de vidas tanto en tierra firme como mar adentro; son tan
espectaculares como mortíferos. Porque estar fuera, a la intemperie, cuando hay
rayos o relámpagos, no es algo que deba tomarse a la ligera nunca. Lo que
impacta no es el rayo principal, sino alguno de sus ramales que son menos
potentes, pero peligrosísimos. En caso de que una persona o animal sea
alcanzado por un rayo en pleno, los más probable es que explote o se convierta
en ceniza al estilo fall out, un colapso fulminante. Los expertos dicen que, si
se puede escuchar un trueno, entonces se está suficientemente cerca como para
ser impactado por un rayo. Bajo este contexto, es menester SABER CÓMO AUTO PROTEGERSE Y CÓMO SALVAGUARDAR A NUESTROS ANIMALES
DURANTE LAS TORMENTAS ELÉCTRICAS.
Mitológicamente
hablando, los rayos eran la herramienta de los dioses para castigar a los
mortales por su arrogancia. En la antigua Roma se creía que los lanzaba Zeus
cuando tenía un mal día. Los Vikingos consideraban que los producía el dios
Thor al pasearse con su carro tirado por cabras y dando martillazos a diestro y
siniestro. En China y Egipto hay creencias y mitos muy particulares y de gran
interés.
Muy Interesante fundamenta
que los rayos pueden llegar a medir hasta 5 kilómetros de longitud por 1
centímetro de anchura y acumular entre 1,000 y 10,000 millones de julios de
energía, con una corriente de hasta 200,000 amperios y 100 millones de voltios.
Viajan a una velocidad media de 440 km/seg, pudiendo alcanzar velocidades de
hasta 1400 km/seg. El aire circundante puede alcanzar temperaturas de hasta
30,000 ºC, cinco veces la de la superficie del Sol, que ronda en los 6,000 ºC.
Su impacto en penetración puede llegar hasta los 6 metros de profundidad,
inclusive alcanzar los 20 metros. Por eso los rayos son tan letales (vea:
www.unosantafe.com.ar; www.muyinteresante.com.mx).
Se
estima que unas 24,000 PERSONAS MUEREN
AL AÑO POR CAUSA DE LOS RAYOS. Tan solo el 2 de noviembre de 1994 en
Dronka, Egipto, la caída de un rayo acabó con la vida de 469 personas, cuando
uno de los relámpagos impactó un depósito militar de combustible. Y entre el
2004 y el 2013, los rayos causaron un promedio de 33 muertes al año en los
Estados Unidos, país donde Florida está considera la “capital de los rayos”,
con más de 2,000 lesiones en los últimos 50 años. La Real Sociedad para la
Prevención de Accidentes de Gran Bretaña (ROSPA) estima que los varones tienen
cuatro veces más probabilidades de ser alcanzados por un rayo que las mujeres,
mientras que otros estudios establecen diferencias más significativas, de hasta
seis veces. Un equipo de expertos en ciencias planetarias destaca en la Revista
Science que el actual calentamiento global generará un aumento del 50% en el
número de rayos y por consiguiente un mayor número de víctimas.
¿QUÉ HACER CUANDO UNA TORMENTA
ESPECIALMENTE POTENTE PASA POR ENCIMA DE NUESTRAS CABEZAS? Hay
muchos mitos y realidades respecto a las medidas de precaución que deben
adoptarse. Las siguientes reflexiones fueron tomadas “por aquí, por allá y
acullá”, y se comparten con la intensión de saber cómo actuar ante estos
fenómenos. Se hace extensivo el crédito a las muchas expresiones e imágenes recabadas
en los distintos medios.
Primero,
hay que ENTENDER QUE LAS PROBABILIDADES
DE QUE UN RAYO CAIGA SOBRE UNA PERSONA son de 1 en 500,000, aunque algunos
factores pueden generar un mayor riesgo, como el trabajar a la intemperie
durante una tormenta eléctrica, etc.
SIEMPRE SE DEBE ESTAR AL TANTO DEL
PRONÓSTICO DEL TIEMPO LOCAL quien anticipa una leve probabilidad de
tormentas eléctricas. Si se llegase a presentar éstas, lo más recomendable es pospones
el viaje o la actividad. En los Estados Unidos cada vez más personas saben que
cuando hay mal clima es mejor quedarse dentro de las casas u oficinas.
SE RECOMIENDA MANTENERSE ALEJADO DE LOS CAMPOS ABIERTOS O ZONAS ELEVADAS, COMO LAS COLINAS. Los
rayos se ven atraídos por los objetos más altos, de ahí que una colina y hasta
un barco, sobretodo un velero, sean focos potenciales. Será mejor bajar o
descender inmediatamente. Pero si se está expuesto a dichos elementos y no se tiene
ningún refugio cercano, lo mejor es ponerse en posición fetal, en cuclillas con
los pies juntos, apoyando las manos en las rodillas y metiendo la cabeza hacia adentro
(Sugerencia de la Sociedad Real para la Prevención de Accidentes en Reino
Unido).
SI SE ESTÁ A LA INTERPERIE, A CAMPO
ABIERTO, NO SE DEBE BUSCAR REFUGIO DEBAJO DE UN ÁRBOL AISLADO, SOLITARIO, NI
ALTO. La madera es un material poco conductor, pero cuando aún
está viva en su interior se mueve un gran número de sales minerales disueltas
en el agua y savia. Estas sustancias resultan buenas conductoras de la
electricidad y los rayos siempre buscarán árboles debido a que poseen una mejor
conductividad que el aire. Se estima que una de cada cuatro personas alcanzadas
por un rayo han estado debajo de un árbol. Como ejemplo de caso, en 2018, una
tormenta partió de tajo en dos a un árbol en Olavarría, Buenos Aires, Argentina
(www.ohlaprida.com.ar). Por eso es mejor buscar los valles o las depresiones de
terrenos y agacharse (en cuclillas y/o con las manos en el regazo). Aunque si
no hay otra opción, lo mejor es protegerte bajo los árboles más pequeños
porque, como se ha dicho antes, es en los puntos más altos donde hay riesgo.
Las cuevas tampoco sirven de mucho, porque un rayo puede atravesar la tierra
que haya por encima de ellas y llegar hasta la persona. También hay que
alejarse de objetos que puedan conducir electricidad, como cercas de alambre de
púas, molinos, etc.
EL GANADO TAMBIÉN ES AFECTADO POR LOS
RAYOS. La presencia de animales muertos debajo de un árbol,
colgando a través o cerca de una cerca de alambre, o agrupados alrededor de un
poste de luz es una fuerte evidencia de electrocución por un rayo. En granjas
individuales se registran mortalidades elevadas cuando animales recluidos en
corrales o refugiados bajo los árboles son alcanzados por un rayo: pueden morir
hasta 20 individuos simultáneamente. Normalmente se aprecian quemaduras y pelo
chamuscado como consecuencia de la intensidad del shock. Las primeras pueden
aparecer en el morro o en las patas y adoptar la forma de los depósitos
radiados de carbón. Pueden aparecer dibujos que recuerdan a ramas de árboles y
que se manifiestan por el tronco y las extremidades del animal. Los animales
que sobreviven pueden requerir terapia de apoyo y sintomática. La eutanasia
está garantizada para aquellos animales recostados con fracturas o lesiones
musculares graves. Huelga decir que las precauciones que se toman para evitar
los efectos del rayo sobre los animales en campo abierto son en gran parte,
ineficaces. En la mayoría de los casos la muerte es instantánea y el animal cae
sin poder luchar o defenderse. Se requiere mayor sensibilización entre el
gremio ganadero.
La
madrugada del martes 9 al miércoles 10 de octubre de 2018, en la localidad de
Prádena del Rincón, en el Norte de la Comunidad de Madrid, un rayo cobró la
vida de un toro, tres vacas, una novilla y cuatro terneros.
EXISTE LA CREENCIA DE QUE EL COCHE ES UN
LUGAR SEGURO para que en caso de que el rayo caiga encima
de él, el vehículo actúe como conductor y el rayo termine en el suelo. Los
coches, los trenes, los aviones, etc., son estructuras metálicas por las que la
corriente circula más cómoda. Se comportan como la jaula de Faraday, por lo que
las probabilidades de electrocutarse durante una tormenta eléctrica son
prácticamente nulas, aunque no hay nada imposible y las casualidades existen.
Las llantas de goma no necesariamente protegerán el carro de un impacto. Lo que
sí se debe tener claro es que el coche, si es metálico, protegerá nuestra
integridad, nadie se electrocutará ni la gasolina explotará porque le caiga un
rayo. En el caso de que el coche no sea metálico, la cosa cambia, porque las
carrocerías de fibra son dieléctricas (no conducen la electricidad). Pero aún
dentro del vehículo, se debe mantener las manos encima de las piernas (o en su
regazo) y evitar apoyarse en las puertas y tocar cualquier metal expuesto,
incluyendo los mandos. Lo más probable es que, si te cae un rayo en el coche,
no pase absolutamente nada.
Si se está al aire libre,
en la parcela o huerto, hay que BUSCAR
REFUGIO EN UNA CASA O UN EDIFICIO. Una vez dentro, la Oficina Meteorológica
de Australia recomienda cerrar puertas y ventanas, y mantenerte lejos de las
aberturas, incluyendo las chimeneas. También se debe evitar las áreas con agua
estancada o humedad excesiva durante las tormentas, tales como un sótano de
bodega o una losa de patio.
SE DEBE EXTREMAR CUDADOS CON LOS
PARAGUAS O SOMBRILLAS, ya que éstos pueden incrementar el
riesgo de ser impactados por un rayo si es el objeto más alto en el área
durante la tormenta eléctrica.
El
hecho de ESTAR EN INTERIORES NO NOS
PROTEGERÁ AUTOMÁTICAMENTE DE LOS RAYOS. Hay que evitar manipular el agua
porque los rayos pueden viajar por las tuberías y cañerías. Es aconsejable no
lavarse las manos, ni darse una ducha, tampoco lavar platos, y alejarse de las
ventanas. Si es posible hay que mantenerse alejado de los pisos y las paredes
de concreto, ya que los rayos pueden viajar por los cables y las barras de
metal que hay en las paredes y los pisos. En realidad, una tercera parte de
lesiones causadas por rayos ocurren en los interiores de las casas. El Centro
Espacial Kennedy de la NASA sugiere además alejarse de televisores,
computadoras y otros dispositivos electrónicos como teléfonos celulares e
inalámbricos ya que las ondas electromagnéticas del dispositivo pueden actuar
como un pararrayos. Nunca se debe olvidar APAGAR
Y DESCONECTAR LOS APARATOS CUANDO HAY TORMENTAS ELÉCTRICAS.
SE PUEDE TOCAR A UNA VICTIMA QUE HA SIDO
IMPACTADA POR UN RAYO porque no representan una amenaza al
tocarlos, ya que no llevan consigo una carga eléctrica de peligro. Se aconseja
atender inmediatamente a las víctimas.
Para
mayores informes y/o comentarios puede escribir a joaquinbecerra16@gmail.com
Continuará...
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