"La Patria no es bandera, ni es himno, ni es ruido. La Patria es esfuerzo
creador, es sentido de responsabilidad social, es respeto a la razón y es amor
a la libertad"
Luis A.
Ferre
Escudo Nacional Méxicano (o Escudo de Armas), imagen tomada exclusivamente para enseñanza y sin fines de lucro de www.imagenesdeposito.com.
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Resumen
La historia de nuestro escudo nacional mexicano
está ligada a una gran cantidad de leyendas, tradiciones y hechos políticos, en
donde algunos animales y plantas han estado siempre presentes. Su entallado debe hacernos
reflexionar en la riqueza y diversidad de nuestro capital natural, así como del
grave peligro que ya afrontan estos recursos.
Introducción
La reflexión que hoy comparto es breve, pero requiere paciencia y mucha
observación. Primeramente tenga a la mano alguna moneda nacional mexicana y
dirija su atención sobre la imagen donde figura el águila devorando a una serpiente.
Esta águila
que aparece en el escudo nacional desde 1970 es el Águila Real o Águila Dorada. De las cinco razas geográficas
reconocidas para esta especie, sólo Aquila chrysaetos se encuentra en la
República Mexicana. Para los mexicas el águila era un ave sagrada que
simbolizaba al sol, la fuerza, la audacia y la astucia. Era la representación
zoomórfica del dios sol Huitzilopochtli,
dios de la luz y de la vida, que era muy importante, pues los aztecas se
llamaban a sí mismos "El pueblo del
Sol". Por esta razón el
último tlatoani azteca, hijo de Ahuízotl, Cuauhtémoc, significa “águila que
desciende” (1495-1525).
Desde
el México independiente hasta nuestros días, el águila parada en un nopal
simboliza la libertad como nación; su pose combativa significa que el pueblo mexicano
está listo para enfrentar los retos que la vida y el mundo exterior les
presenta. El que la serpiente esté siendo devorada por el águila, significa que
el pueblo mexicano siempre prevalecerá sobre sus enemigos. ¡Esa es la actitud
que debemos transferir a todos nuestros congéneres, una actitud optimista y de
mayor esfuerzo!
Desafortunadamente
esta especie, como muchas otras del país, está
en la categoría de Amenazada según la Norma Oficial Mexicana
NOM-059-SEMARNAT-2010, aunque la Convención sobre el Comercio Internacional
de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (por sus siglas CITES) 2008, la considera en Peligro de extinción, y el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, estima la existencia de sólo unas setenta parejas de
águila real en México. Esto concuerda con un trabajo más reciente de la Comisión
Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (por sus siglas CONABIO)
2011, donde se señala que se desconoce el número de individuos residentes en México,
pero se han documentado al menos 50 nidos de Águila real en estado silvestre, y
más de 60 individuos en cautiverio.
Ahora observe detenidamente la serpiente que está siendo devorada por el águila. Ésta nos muestra
claramente el cascabel en la punta de su cola y dos colmillos salientes. Considerando
su distribución tal vez pertenezca a la especie Crotralus molossus. Se
trata, sin lugar a dudas de una venenosa con alarma, es decir, que nunca ataca
sin previo aviso. A pesar de su fama como animal
mortal y agresivo, tiene gran aversión a los humanos, hecho que hace que únicamente
ataquen para defenderse. Escolásticamente hablando sólo utilizan su
veneno para paralizar a sus presas antes de comérselas. Para el pueblo azteca,
la serpiente representaba sabiduría y tenía grandes connotaciones relacionadas
con el dios Quetzalcóatl, es decir “La Serpiente Emplumada”. También está estrechamente vinculada con “Chicomecoatl”
la diosa del maíz. Los mexicanos estamos hechos de maíz y somos asimismo
un país maicero. ¡Es un orgullo para México haber compartito este alimento básico
y dios sagrado, para con todo el mundo!
El
tamaño del cascabel, como una sonaja, aumenta cada vez que la serpiente muda de
piel, proceso que le añade una sección más. Las mudas pueden producirse hasta
cuatro veces al año. Las partes más viejas del cascabel se van desgastando con
el tiempo y se desprenden, de modo que el número de los anillos no es, como se
cree popularmente, una indicación precisa de la edad de la serpiente. Podría tratarse
de una mayor o menor edad.
Esta
especie se considera en la categoría de Amenazada
y fue incluida recientemente en la Lista Roja. Las personas inconscientes y
debido a falta de conocimiento usan sus pieles para hacer artículos exóticos
como cintos, botas, chalecos y chamarras. También predomina en México el gran
arraigo y mito sobre su carne, la cual se considera que sirve para curar el
cáncer, hecho que clínicamente aún no está comprobado en su totalidad. Otros más
la matan debido a miedo o cobardía. Por eso le recuerdo que: ¡Ninguna serpiente nos estará acechando en el campo, escondida
entre la maleza o las rocas, para atacarnos! La mayoría de personas mordidas se
ha debido a la falta de precaución o cautela en las labores del campo. En este
sentido, el uso de habitual de un báculo, cayado o bastón, cuando se anda en el
campo, constituye una herramienta práctica para el soporte y permite ir ahuyentando
paso a paso lo que esté en el camino. Podría funcionar también como arma de defensa
al estilo de los peregrinos en antaño.
Ahora observe el nopal que emerge sobre la roca que
está en medio del lago, un humedal. Esta roca simboliza el
islote del Lago de Texcoco, Estado de México. Las rayas que muestra la roca
representan el relieve característico del terreno en dicha región. Los caracoles, ubicados a ambos extremos del
lago, simbolizan el origen de la vida y los círculos que allí se observan
representan a piedras preciosas como el jade
y la obsidiana. En el lago también
se observan tulares, un tipo de vegetación
acuática del género Typha sp., como el ecosistema más característico
del sitio donde se establecieron los mexicas. Otros animales como aves, peces y
mamíferos también estuvieron presentes, pero es obvio que quien plasmó la
primera imagen de lo que sería el Escudo Nacional Mexicano, no dispuso del
suficiente espacio para incluir la cuantiosa riqueza que albergaba de este fundamento.
Es apenas, en años recientes, cuando se genera un Programa de conservación y
manejo de aves playeras para el referido sitio, por la Ducks Unlimited de
México, A. C. (2005).
Ahora fijemos nuestra atención en el nopal, el cual nos muestra cinco pencas
espinosas y tres frutos o tunas de color rojo o morado. En ese entonces la
región era muy rica en cactáceas incluyendo al nopal, vegetal que daría nombre
a la gran ciudad de “Tenochtitlán”,
que significa lugar entre “tunas y
nopales”. Algunos autores identifican a este nopal con el nombre científico
de Opuntia ficus-indica, pero hay
quienes sostienen que, más bien se trata de Opuntia
streptacantha, la cual presenta tunas rojas, mismas que simbolizan a los
corazones de los guerreros vencidos. Esta especie tiene a su vez una amplia
distribución en toda la Cuenca del Valle de México-Tenochtitlán. Observe además que la penca de nopal está revestida con 32
espinas frontales, que muy bien podrían representar a los 31 estados de la
Unión más el Distrito Federal, aunque oficialmente esto no ha sido reconocido.
Pero sería apropiado, entre nuestra cultura, arraigarlo así.
Siguiendo el curso de observación, en la parte
inferior derecha del emblema se muestra una rama de laurel (Laurus
nobilis), con cuatro paquetes de hojas verticiladas y tres pares de frutos.
Esta especie es de origen europeo y francamente existen muy pocos individuos
como evidencia de su presencia en México; al menos sólo se le conserva en colecciones
botánicas, por lo que constituye una reliquia de la antigua flora
subtropical del mediterráneo, propia de los encinares húmedos y densos de esa
región. Fue usado desde la época de los griegos, aproximadamente 500 años a. C.,
y adoptado por los romanos como premio a ciertas epopeyas, así como símbolo de
gloria para los héroes, poetas y hombres distinguidos.
El pariente más cercano a Laurus nobilis es Litsea glaucescens, considerado
como “el laurel de los atoles mexicanos”. Su sabor y aroma es idéntico al
europeo, crece de forma silvestre asociado al bosque de pino, bosque de pino
encino y bosque mesófilo de montaña, desde Nayarit, Tamaulipas, hasta Chiapas y
Centro América. Ha sido exageradamente explotado para su comercialización por
lo que ya está considerado en la NOM-059-SEMARNAT-2010, bajo la categoría “Peligro
de extinción”.
Ahora gire hacia el lado izquierdo, donde hay una rama de encino ó encino-roble, con cuatro
hojas notablemente lobuladas y tres pares de bellotas. Algunos autores
consideran que esta especie de encino corresponde a Quercus robur, uno de los elementos florísticos más
dominantes en los vastos robledales del Mediterráneo. Tiene amplia
distribución en Europa, desde Noruega hasta el Este de los Urales. Esta especie no se
cultiva en México, pero conviene señalar que nuestro país está
considerado como la “Patria del Encino” debido a la presencia al menos de 150
especies de Quercus registradas en su
flora silvestre.
El laurel y el
encino tenían gran importancia en Europa, fueron considerados árboles sagrados.
Al encino se le concebía como un símbolo de fuerza asociada a los dioses Zeus y
Thor, y al laurel como símbolo de victoria. Durante los siglos XVIII y XIX, a
juzgar por la historia y arqueología, ambos elementos llegaron a convertirse en
poderosas insignias republicanas. En México, los religiosos
permitieron que se esculpiera en varias iglesias el símbolo mexica, apareciendo
en fachadas o retablos y enmarcado con ramas de laurel. Un ejemplo de ello son
la catedral de México y la catedral de Morelia, Michoacán. Por su parte las ramas de laurel y
encino que rodean al escudo, representan la victoria y el martirio de quienes
han dado su vida por la patria mexicana.
Conclusiones
Con esta breve presentación sobre los elementos
botánicos y faunísticos entallados en el escudo nacional, se ha querido resaltar
la riqueza y diversidad que conforman el capital natural mexicano. Demostrar
que las especies se extinguen o ven reducidas sus poblaciones por varias
razones, siendo la causa principal la destrucción del hábitat debido a
actividades humanas. Pese a todo ello, se espera que las generaciones presentes
y futuras, reconozcan, respeten y conserven estos elementos emblemáticos del país.
Es una parte fundamental de nuestro pasado, presente y futuro, como sociedad. Por
ello es urgente e impostergable implementar proyectos realmente viables,
sustentables y sostenibles.
¡No permitamos
que el águila se desplome ni que el nopal pierda sus espinas! La serpiente de
cascabel está alertándonos para ocuparnos más y lamentarnos menos. Las ramas del
laurel y del encino nos aguardan con pócimas estimulantes y energéticas. El majestuoso
lago y demás elementos asociados a este, como preludio de la Revolución Azul, nos
aseguran cuantiosos recursos naturales para lograr el Desarrollo Sostenible y
Sustentable del país. Todo esto podrá ser posible pero con Equilibrio
Ambiental.
Lecturas sugeridas:
1) SIMBOLISMO DE LA BANDERA NACIONAL DE MÉXICO. José Ramón González Chávez. Derecho y
Cultura, Núm.13, enero-abril de 2004, pp. 129-143.
2) LEY SOBRE EL ESCUDO, LA
BANDERA Y EL HIMNO NACIONALES. Nueva Ley publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 8 de febrero de 1984. Texto vigente. Última reforma publicada DOF
23-06-2010.
3) LA FLORA DEL ESCUDO
NACIONAL MEXICANO. María de Lourdes Aguilar Enríquez; Carmen de la Paz
Pérez Olvera y Socorro de la Paz Pérez Olvera. POLIBOTÁNICA Núm.18, pp.53-73, México, 2004.
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