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sábado, 31 de mayo de 2014

LA BARBADA Y CÓMICA PERDIZ VERACUZANA ¿EN EXTINCIÓN?



Resumen: Ave endémica de México enlistada en la NORMA Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 bajo la categoría “en peligro de Extinción (P)”. La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) la ubica al en la categoría de vulnerable (VU). Se trata de una de los odontofóridos más amenazados del Continente Americano, considerada desde 1941, a punto de desaparecer. ¿Una delicia prohibida...?

 Nombre e Imagen Cómico.

El “chivizcoyo”, “perdiz veracruzana”, “gallina de monte veracruzana” o “codorniz coluda veracruzana”, como vulgarmente se le conoce a esta ave de mediano tamaño y cola muy corta, tiene una imagen hasta cierto punto cómica debida a su pequeño cuerpo y a sus desproporcionadas patas largas. Su nombre científico es (Dendrortyx barbatus Gould), y se trata de un odontofórido (Véase nota al final) de 250 a 300 mm y unos 350 gramos de peso. Es similar en tamaño y aspecto a las otras dos especies del género Dendrortyx, y su distribución se traslapa muy ligeramente con la de la llamada “perdiz mexicana de los volcanes”, cuyo nombre científico es Dendrortyx macroura. No obstante, la “perdiz veracruzana” se distingue por tener la garganta de color gris, de donde le viene el nombre de barbatus, que significa "barbada",  y la cabeza parda. El pico es rojo, lo mismo que el anillo de plumas alrededor del ojo; el ojo es oscuro. El largo de sus uñas también es singular, ya que las tiene casi del mismo tamaño que los dedos. Y debido a su naturaleza tímida y escurridiza, el “chivizcoyo” o “codorniz dedilarga”, llamada así por sus dedos largos, es quizá la categoría de codorniz menos conocida por lo restringido del hábitat en el que actualmente se encuentra.

Cuando el chivizcoyo se topa con un ser extraño corre de inmediato y, si se siente perseguida, opta por un vuelo rápido y corto para esconderse entre la vegetación baja, como lo hacen la mayor parte de las codornices. Esta ave tiene una prerrogativa que carecen otras aves, pues su canto es admirablemente melodioso y complicado, tanto así que los especialistas lo han descrito mediante “una serie de cuatro silbidos fuertes y penetrantes, que poco a poco aumentan de intensidad y frecuencia para complementarse con una serie de escalas rápidas formadas de notas de intensidad diferente". En la Sierra Mazateca de Oaxaca, los campesinos  le atribuyen cualidades para barruntar (o predecir) la lluvia a través de sus vocalizaciones. Sin duda, parte de la cosmovisión mesoamericana de gran valor.

Las patas del chivizcoyo resultan ser muy fuertes para escarbar la tierra y constituyen su mejor herramienta para conseguir su comida. Entre sus alimentos preferidos se encuentran los bulbos de diversas plantas, larvas y pulpas de diversos insectos que originalmente se les puede hallar sólo escarbando la tierra. Sus insectos preferidos son los ciempiés, grillos y gorgojos; aunque las semillas tampoco faltan en su dieta. En cautiverio se les ha proporcionado frutas, verduras y algún tipo de alimento y concentrado para gallinas, obteniendo resultados positivos.

Entre las Dos Madres del Este Oriental Mexicano.

Es muy raro avistar a la “codorniz coluda veracruzana”, ya que habita sitios poco accesibles y prefiere los bosques de niebla, un complejo ecosistema también llamado Bosque Mesófilo de Montaña. Muchas poblaciones se restringen al bosque de pino-encino y a la vegetación riparia o de galería, a lo largo de arroyos y ríos. Habita en elevaciones que van de los 900 a 3100 m.s.n.m., preferentemente en bosques perturbados y hábitats asociados con la agricultura, incluyendo el café de sombra.

La distribución de esta ave se circunscribe a la Sierra Madre Oriental y Sierra Madre de Oaxaca, sobre el Este oriental mexicano. Se considera  que las poblaciones más grandes se encuentran en Veracruz, desde las estribaciones del Volcán Cofre de Perote, pasando por Xalapa de Enríquez, Oeste de Coatepec, Cuenca del Metlac y Orizaba (faldas del Volcán Pico de Orizaba), para rematar en la Sierra de Zongolica; lo mismo que en la Sierra Gorda y áreas adyacentes del estado Querétaro. Poblaciones más pequeñas han sido reportadas para los estados de Hidalgo, San Luis Potosí, Puebla.

Y de acuerdo con Aguilar-Rodríguez (2000), esta “perdiz veracruzana”, es asimismo una de las especies de aves más conocidas a nivel local en la Sierra Mazateca de Oaxaca. Los campesinos de origen indígena reconocen a esta ave bajo el nombre de “Cayoshcho” (náhuatl), “Tuhú” (mazateco) y “Erquí” (mixteco), identificándola fácilmente por su canto y por los daños que ésta les ocasiona en las plantaciones de frijol, como una de las plagas más frecuentes. Por su parte, en la Sierra de Zongolica, Veracruz, con una población mayormente indígena, es conocida con el nombre náhuatl de “Cayoscho”, nombre semejante al de la Sierra Mazateca de Oaxaca.

Según observaciones de campo realizadas por T. Olmos y J. Becerra (2007-2009), para un proyecto sobre Conservación de la Biodiversidad, en Coscomatepec, Veracruz, se han visto y escuchado pequeñas parvadas de “chiviscoyos”, lo que da mayor testimonio sobre su existencia regional. Dichas poblaciones están restringidas fundamentalmente hacia las barrancas y cañadas, como consecuencia de la destrucción y fragmentación masiva del Bosque Mesófilo de Montaña a nivel local.

Por su parte, la distribución adyacente de la “gallina de monte veracruzana” entre los estados de Puebla y Oaxaca, parece estar dada por la existencia de una continuidad en los ecosistemas vegetales que quedan separados por una breve franja de tierra del Estado de Puebla. No obstante el área de la posible distribución de esta ave, en el Norte de Oaxaca, que ha sido reportado por Aguilar-Rodríguez (2000), incorpora a los poblados de San Francisco Huehuetlán, Teotitlán del Camino, Huautla de Jiménez, La Esperanza  e Ixtlán. Esta zona está cubierta por importantes extensiones del Bosque Mesófilo de Montaña y de Pino-Encino, en diferentes grados de perturbación.

Codorniz en Salsa de Pétalos de Rosas: ¿Una Delicia Prohibida?

Según Aguilar-Rodríguez (2000) y demás autores consultados, esta “perdiz veracruzana” está catalogada como una de los odontofóridos más amenazados del Continente Americano y considerada a punto de desaparecer desde 1941 (Referencia: Loetscher 1941), a pesar de ser considerada como un ave endémica de México. Los estudios poblacionales y los criterios de evaluación, implementados a la fecha, la ubican en la categoría “en peligro de Extinción (P)”, por lo que está enlistada en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010. Por su parte, la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), la ubica al en la categoría de vulnerable (VU).  Afortunadamente, desde la década de los 90, se comenzaron a realizar observaciones y registros en la parte central del estado de Veracruz, específicamente en los municipios de Coatepec y Xico, disponiéndose a la fecha de una mayor información sobre distribución local y grados de conservación.

Aunque el mejor hábitat para la “codorniz coluda veracruzana” son los bosques húmedos y frescos, ésta es capaz de adaptarse a la selva subtropical, lo que la convierte en una de las especies más interesantes dentro del grupo de las codornices con mayor  resiliencia. Debido a que, por fortuna, todavía no es tan preferida por los cazadores furtivos, casi siempre sale ilesa de su escondite. Pero los campesinos de la Sierra Mazateca de Oaxaca sí la incluyen ocasionalmente en su dieta cuando logran capturarla o cazarla por diversos medios. Recuerde que constituye una plaga frecuente de sus cultivos frijol y maíz. El guiso o aderezo que se prefiera me hace recordar aquella novela y película de Laura Esquivel (1989), “Como agua para chocolate”, donde se presenta a la codorniz en salsa de pétalos de rosas como el "plato del amor" y donde se asegura que para elaborar el mole (guiso color café obscuro) se usan siete tipo de chiles o ajíes, entre ellos el llamado "ancho", "pasilla", "mulato", "morita", "chipotle seco". En los bosques de coníferas del Cofre de Perote, se aprovechan los huevos o blanquillos del como alimento, los cuales son guisados de forma semejante a los de gallina. ¡Un alimento de excelencia en vías de extinción! Su manejo y aprovechamiento sustentable y sostenible queda sujeto a la autorización y registro de una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), con base en un Plan de Manejo. Si requiere asesoría tenga la bondad de indicarlo en este mismo Blog o al correo abajo indicado.

Según observaciones reportadas a partir de ejemplares en cautiverio, la “gallina de monte veracruzana” se aparea al principio de la primavera y anida en el suelo, poniendo de cuatro a seis, y hasta ocho huevos entre febrero-abril. Por consiguiente, el tamaño de una nidada reproductiva varía de cuatro a ocho, pero normalmente los números seis son constantes, y el período de incubación es normalmente de 28 a 32 días.

Componentes y Tensores para la “Perdiz Veracruzana”

En casi todas las regiones donde se ha observado esta “perdiz veracruzana”, la vegetación prevaleciente es Bosque Mesófilo de Montaña, y se compone propiamente de una mezcla de especies primarias y secundarias, así como ciertas especies manejadas y plantadas por los campesinos locales que también son importantes para la alimentación de esta ave. Según Aguilar-Rodríguez (2000), algunas de los componentes vegetales son los Ilites o Ailes (Alnus sp., Betulaceae), encinos o robles (Quercus sp., Fagaceae), Cordoncillo (Citharexyllum mocinii, Verbenaceae), Sangregado (Croton sp., Euphorbiaceae), Chicuábil (Rapanea myricoides, Myrsinaceae) Dalia cimarrona (Dahlia coccinea, Compositae), helechos o pezmas (Pteridium sp., Dennstaedtiaceae), helechos arborescentes (Sphaeropteris horrida, y otras especies no identificadas, Dennstaedtiaceae) y diversos tipos de tezguates (Miconia spp., Melastomataceae).

En las porciones remanentes de bosque primario y secundario donde se ha encontrado esta  ave, predominan asociaciones de cultivos de maíz (Zea maiz, Gramineae) y frijol (Phaseolus vulgaris, Leguminosaceae), así como cafetales con sombra de varias especies del género Inga sp. (Mimosaceae), o jinicuiles y chalahuites.

Entre los tensores más comunes que han contribuido a la reducción de la superficie del Bosque Mesófilo de Montaña en la entidad veracruzana están:

v Agricultura: se remueve el bosque para establecer diversos cultivos, fundamentalmente de café, maíz, frijol y aguacate. En los últimos años se incorpora chayote, papa y macadamia.
vUrbanización: ciudades importantes como Coatepec, Córdoba, Coscomatepec, Fortín, Huatusco y Xalapa acrecientan este entorno. ¡Se prefiere habitar en la corona del Bosque de Niebla!
v Ganadería: preferentemente lechera; en menor proporción ovina y caprina.
v  Incendios: raros, pero ocurren en este ecosistema.
vTala incontrolada: es un hecho bastante frecuente, nada “clandestino” como lo expresan algunos; ocurre frente a nuestras narices.
v  Deslaves: cada vez con mayor frecuencia; reblandecimiento del terreno.
v  Desbordamiento de ríos: ya es parte de nuestra vida cotidiana; aún en alta montaña.
v  Inundaciones: cada vez más dramáticas.
v  Azolvamientos: cada vez más costosa su solución.
v Desplome de los precios internacionales del café: Sin palabras que agregar.
v Desatención desde hace muchos años a la cafeticultura veracruzana. El Instituto Mexicano del Café (INMECAFE), extinta institución del gobierno federal; le ocurrió lo que le está sucediendo al “chiviscoyo”.
v  Disminución de la superficie o cubierta vegetal del ecosistema.
v  Reducción dramática de biomasa.
v Reducción drástica de poblaciones biológicas, ejemplos: Cyatheaceae, Dicksoniaceae, Magnolia dealbata, Podocarpus, Quercus skinnerii, Symplocos coccinea, S. limoncillo, Ulmus mexicana.
v  Aumento de la tendencia a la extinción de especies.
v  Gran ignorancia académica y social: casi no hay estudios sobre sucesión ecológica y acahuales en el Bosque Mesófilo de Montaña; aún así se alardea con restaurar este ecosistema.
v  Incomprensión y desinterés por parte de la sociedad y de los gobiernos: parecen problemas ajenos, sin el interés suficiente. Tal parece que esperamos el retorno de Kaliman, el héroe nacional de antaño; el hombre increíble que nos salvará.
v  Extracción selectiva de especies: orquídeas, bromelias, palmas, helechos, equisetos, anturios, cycadas.

Especulaciones de un Autor no Especializado en Aves.

A juzgar por la evidencia de todos los registros que nos proporciona la literatura publicada hasta la fecha, la presencia del “chivizcoyo” en México es más numerosa de lo se pensaba anteriormente, aún desde 1941. La especulación del autor, no especializado en aves y que pudiera estar delirando, es que quizás no se trate de una especie en peligro de extinción, sino más bien que, ha hecho falta realizar un trabajo concienzudo de campo y una redescripción más detallada sobre la morfología, anatomía y ciclo de vida de esta especie. En consecuencia, la descripción original tiene que ampliarse y debe ser difundida con la finalidad de desarrollar una mayor sensibilidad ambiental entre los habitantes y auténticos dueños del bosque. Sin escatimar que la población urbana y periurbana requiere con mayor urgencia de reaprender y desaprender ciertos vicios y enseñanzas de carácter meramente ambiental.

Las comunidades vegetales donde habita el “chivizcoyo”, francamente están muy fragmentadas a la fecha y lamentablemente seguirán disminuyendo si, en definitiva, no hacemos algo al respecto.

El Bosque Mesófilo de Montaña, el hábitat más preferido por la “codorniz coluda veracruzana”, alberga el mayor número de especies amenazadas, raras, en peligro de extinción o sujetas a protección especial, según NOM-059-SEMARNAT-2010, más aún que las selvas altas perennifolias.  Se ha provocado la reducción total o parcial de las especies de fauna endémica y migratoria, a tal grado que resulta casi imposible encontrar animales que sólo las generaciones de antaño, es decir, los abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, conocieron a detalle.

Otro buen ejemplo aparte del “chivizcoyo”, de quien ya hemos dilucidado duro y tendido, es el “ocelote”, al cual debe su nombre el glorioso pueblo de Teocelo (Teo-ocelot, o  “Dios ocelote” o “el Dios tigre”), aunque podría ser más aproximado expresarlo como “En el lugar del Tigre de Piedra”. La referencia de lo antes citado se encuentra en ciertas notas históricas de los tiempos prehispánicos que indican que los lugareños tenían un tigre de piedra como imagen de su dios. Desafortunadamente, también ya son escasos los individuos que pueden observarse de este felino en los relictos del Bosque Mesófilo de Montaña en la región central del estado de Veracruz, por lo que sería necesario elaborar alguna nota informativa sobre esta singular especie. Si usted tiene información y quiere contribuir para el siguiente tema,  puede escribir a joaquinbecerra16@gmail.com. Con mis atentos saludos.
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Nota: Los odontofóridos (Odontophoridae) son una familia de aves galliformes conocidas vulgarmente como codornices del Nuevo Mundo, colines y corcovados. Son aves pequeñas no relacionadas a las codornices del Viejo Mundo, pero se las denominó con el mismo nombre por su apariencia y hábitos similares. Las especies americanas están en una subfamilia propia (Odontophorinae), mientras que las del Viejo Mundo están en la subfamilia Ptilopachinae y la familia Phasianidae.

LECTURAS SUGERIDAS: 

AGUILAR-RODRÍGUEZ, S. H. 2000. Registro de la perdiz veracruzana o Chivizcoyo (Dendrortyx barbatus Gould) en la sierra norte de Oaxaca, México. HUITZIL Vol. 1, No. 1
ALTUZAR C. A., 2006. El Chivizcoyo. Por una cultura ambiental: CONECULTA-Chiapas. www.conecultachiapas.gob.mx


lunes, 24 de febrero de 2014

PINUS CHIAPENSIS, UN ORGULLO FORESTAL DE CHIAPAS, MÉXICO, PARA EL MUNDO[1]


“Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan”  

Nietzsche



ANTECEDENTES

 

El Pinus strobus L., nativo de América del Norte (una zona triangular cuyos vértices son Terranova, Manitoba y Norte de Georgia), despertó gran sorpresa cuando se creyó haberlo encontrado en el estado de Chiapas, sin que se existiera en algún lugar intermedio, es decir, ni en el Centro ni en el Norte de México. Originalmente se pensó en que podían haber sido árboles cultivados, pero una amplia investigación demostró que era completamente silvestre.


El destacado botánico mexicano, Maximino Martínez (1948), realizó una comparación con ejemplares de Estados Unidos y no encontró en el pino de Chiapas diferencias especificas, aunque fundado en que las hojas son más delgadas y finas, los canales resiníferos son comúnmente tres en vez de dos, y de acuerdo a las características presentes en ejemplares norteamericanos, él lo consignó como una variedad del Pinus strobus L., a saber  Pinus strobus var. chiapensis. Más tarde Andresen (1966) recomendó que éste fuera elevado de variedad al rango de especie, quedando como Pinus chiapensis (Martínez) Andresen. Al respecto la literatura botánica nacional, de décadas recientes, emplea de manera extensiva el nombre de Pinus chiapensis, constituyendo esto un orgullo forestal mexicano (procedente de Chiapas) sobre nuestro patrimonio natural.



¿CÓMO ES EL ÁRBOL?

El llamado Pinabete, Calocote (=Acalocote) y Tnotzin en Chiapas, es un árbol de la familia Pinaceae, de 20 a 35 metros de altura y de 60 a 90 centímetros de diámetro, aunque en los sitios más protegidos y conservados algunos individuos alcanzan los 50 metros de altura y más de un metro de diámetro.


Su forma es piramidal, con un fuste o tronco muy recto, protegido por una corteza de color moreno o pardo-grisáceo, fisurada o escamosa, en placas más o menos rectangulares, pero lisa en árboles inmaduros.


Las hojas [lo más correcto botánicamente hablando es acículas],  son muy suaves y están extendidas o péndulas en fascículos de 5, de 7 a 12 centímetros de largo y de 0.5 a 1 milímetro de ancho, con las líneas estomáticas muy notorias en la parte dorsal de la hoja. Los conos, piñas o pinochas [lo más correcto botánicamente hablando es megastróbilos] se presentan en grupos de 2 a 3, de forma cilíndrico-acuminados a elípticos, de 8 a 10 centímetros de largo por 4 a 5 (hasta 6) centímetros de ancho, con las escamas ovulíferas aplanadas, de 1 a 4 centímetros de largo y por 1 a 2 centímetros de ancho, con el umbo terminal de color pardo claro,  resinoso, de 6 a 10 milímetros de largo, y de 7 a 14 mm de ancho.


Las semillas son de color café oscuro, algunas veces moteadas, con un tamaño promedio de 6 a 7 milímetros de largo y 2 a 4 milímetros de ancho, presentan una ala oblonga, de 15 a 25 milímetros  de largo, muy adherida o adnada.


La liberación de polen generalmente ocurre durante marzo, pero los conos sueltan la semilla de agosto a septiembre. Muy raramente se podrá cosechar semilla durante octubre y noviembre, aunque hay que estar muy a la expectativa del comportamiento fenológico en correspondencia con el estado del tiempo a nivel local.


¿QUÉ USOS TIENE SU MADERA?


La madera de esta especie es fácil de trabajar, resistente y durable. Presenta un buen pulido, excelente clavado y engrapado. Es excelente materia prima en la producción de pulpa para papel. En Chiapas se utiliza principalmente para la obtención de madera aserrada para la construcción, cajas de empaque, duelas de pisos, mangos para escoba. En Oaxaca se obtienen beneficios de la resina, que es empleada en el curtido de pieles. Y se ha encontrado que la corteza y la resina tienen propiedades medicinales para enfermedades respiratorias. En Veracruz es apreciada para la construcción de cabañas, carpintería y decoración de interiores.


¿CUÁL ES SU HÁBITAT NATURAL?


Se localiza por lo general en laderas de cerros húmedas y cañadas con pendientes muy fuertes (abruptas), entre los 500 a 2,300 metros sobre el nivel del mar, a menudo en ecotonía con la Selva Mediana Subperenifolia y el Bosque Caducifolio. Prospera mejor en suelos bien drenados, de tipo areno-arcilloso-limoso o bien de textura gruesa, ácidos (pH entre 4.5 y 5.5) y profundos (más de 1 metro de profundidad).


El clima que mejor le asienta corresponde al semicálido húmedo, con una precipitación media de 1,500 a 2,500 mm anuales, distribuida en todo el año, con una  temperatura media anual de 18.5 a 22.5 °C y con temperaturas máximas promedio de 35 °C y mínima 5 °C. Esta especie no es resistente a las heladas.


¿DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA MESOAMERICANA?


 P. chiapensis es una especie de distribución limitada, endémica de México (Veracruz, Guerrero, Puebla, Oaxaca y Chiapas) y de Guatemala (El Quiché y Huehuetenango). Algunos botánicos forestales pretenden circunscribir a esta especie dentro de la Flora Mesoamericana. Se trata de una especie restringida principalmente sólo a pequeños bosques relictuales.


¿ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCIÓN O ESTATUS ESPECIAL?


La ampliación de la superficie agrícola y pecuaria, junto con el aprovechamiento desmedido o irracional de su madera, ha provocado la disminución, el aislamiento, e incluso la extinción local de muchas poblaciones de esta especie.


Actualmente P. chiapensis está catalogado a nivel internacional como una especie amenazada y sujeta a protección especial por la Norma Oficial Mexicana “NOM-059-SEMARNAT-2010”, por lo que es necesario hacer mayor conciencia de este importante recurso genético forestal en nuestro país.


Su aprovechamiento está condicionado, de acuerdo con la Ley General de la Vida Silvestre (en México), al registro y plan de manejo de una Unidad para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA).  


¡AL RESCATE Y CONSERVACIÓN DE SEMILLAS!


Las semillas o el germoplasma a utilizar dentro de un programa de Rescate y Conservación de los Recursos Genéticos Forestales, deben provenir de individuos sanos (libres de plagas y enfermedades), que sean vigorosos y con buena producción de frutos, preferentemente de fuste recto sin ramificaciones a baja altura. Con esto se pretende asegurar que las plantas obtenidas (hijos descendientes) a partir de esas semillas hereden las características de los parentales (padre y medre). Dependiendo del propósito de la plantación, sea para producir madera o bien productos celulósicos, se realiza la selección de los árboles madre o árboles semilleros.


Esta especie presenta ciclos semilleros muy interesantes y difíciles de comprender, de cada 3 ó 5 años. La época óptima para la recolección de conos se presenta antes de que exuden mucha resina y se abran, aproximadamente durante la primera semana de septiembre, aunque su colecta  durante agosto también se recomienda para evitar la pérdida de las semillas. 


Lo más aconsejable es recolectar los conos verdes ya sazones y haciendo pruebas de corte para constatar la madurez fisiológica de las semillas. La obtención de los conos puede realizarse escalando el árbol y haciendo el corte de forma manual, o bien con garrochas  especiales de corte. Esta actividad debe realizarse de tal forma que las ramas y  meristemos de crecimiento no se dañen, de lo contrario la producción de frutos para la próxima temporada se verá tremendamente afectada. Los conos se depositan en sacos, cuidando de mantenerlos a la sombra y debidamente etiquetados, pues un lote de semillas carente de información es vano. Posteriormente se transportan al vivero lo más rápido posible.


En el vivero, estos conos, se ponen a secar con el fin de disminuir su contenido de agua y concluir con la maduración, lo que propiciará la apertura de los conos. Los métodos de secado pueden ser al aire libre, por una corriente de aire seco a través de ellos, o bien secados al horno. Una vez que las semillas se han liberado el siguiente paso es el desalado; éste se realiza manualmente, en húmedo, o por métodos mecánicos, en seco. 


La limpieza se realiza por métodos mecánicos, para remover las impurezas y semillas vanas. Posteriormente estos propágulos o semillas se colocan en tamices vibratorios, con diferentes tamaños de malla, y son expuestas a corrientes de aire. Otra opción es la flotación en agua. La selección se puede realizar por diferentes métodos, una vez que se ha concluido el proceso de limpieza las semillas llenas son seleccionadas por tamaños, utilizando la flotación por aire o cajas especiales con diferentes tamaños de apertura.


El número de semillas por kilogramo varía de 42,200 a 184,210, siendo en promedio 65,000 semillas/kg.


Probablemente las semillas de esta especie sean ortodoxas, dado que se desprenden de los parentales con un contenido de humedad de 16.18 %. Si este es el caso, pueden almacenarse con contenidos de humedad de 6 a 7 % y temperaturas ≤ 0 °C; tales condiciones permitirían mantener la viabilidad por varios años. Aunque generalmente las semillas ortodoxas presentan algún tipo de reposo, en el caso concreto de esta especie no se presenta latencia.


Sobre este particular aspecto, las condiciones recomendadas para mantener la viabilidad de las semillas consisten en el secado apropiado y almacenamiento a 3 °C. Con ello, el tiempo de viabilidad estimado bajo condiciones de almacenamiento un total de 5 a 10 años, a los 6 años inicia la pérdida de viabilidad, decrece en 10 %. Se considera un porcentaje de germinación obtenido de 50 a 70 %, en ocasiones sólo 84 %.

 

Si desea mayor información sobre esta especie, capacitación técnica en materia de recolección de semillas, comprar semillas, establecer viveros y plantaciones forestales, o tramitar una UMA para la conservación y aprovechamiento sustentable del llamado Pinabete, Calocote, Acalocote o Tnotzin, puede escribirme a joaquinbecerra16@gmai.com y con gusto le atenderé.

 

LECTURAS SUGERIDAS


CONAFOR-CONABIO-SIRE. Pinus chiapensis (Martínez) Andresen. Paquetes tecnológicos. 7 pp.

MARTÍNEZ, C. N., 1998.  Atributos poblacionales y reproductivos de Pinus chiapensis en Chiapas, México. Anales del Instituto de Biología Universidad Nacional Autónoma de México. Serie Botánica 69(2) 119-134.

NARAVE, F. H. V., y TAYLOR, K. 1997. Pinaceae. Flora de Veracruz. Fascículo 98. 50 pp.; PEREZ DE LA ROSA, J. A. Y BRIANT T. STYLES. 1997. Guía de campo de los pinos de México y América central.

PERRY P. J. Jr. 1991. The pines of Mexico and Central America. Timber Press. Portland, Oregon, USA.

 


[1] Autor: Joaquín Becerra Zavaleta. Consultor Agro Ambiental Iniciativa Privada, Periodista Ambiental-UPAV, actual Subgerente de Proyectos Agroforestales de SEBAMEX S.A. de C.V. 

domingo, 23 de febrero de 2014

UNA REINA EXÓTICA DE AUSTRALIA EN VERACRUZ, MÉXICO [1]


"Increíblemente una nuez procedente del país de los canguros ha conglomerado a cientos de productores; esta mismísima nuez pudiera condicionar el futuro de usted"  (El autor)


Imagen 1. Racimo de frutos con nuez de macadamia en proceso de maduración. 

¿Sabía usted que la nuez de macadamia nos llegó como una visitante muy distinguida y se ha quedado en Veracruz para siempre? Originaria de Australia, país donde saltan los canguros, está catalogada como la reina de todas las nuecessin menoscabo de otras con gran aceptación también.

Botánicamente hablando esta nuez forma parte la familia Proteaceae, en donde encontramos a las ya famosas grevilleas que integran los agroecosistemas cafetaleros de la entidad, o que revisten los camellones de ciertas arterias de la Ciudad de las Flores, Xalapa de Enríquez, Veracruz. Se trata de un árbol de porte bajo, de 4 a 6 metros de alto, a veces 12 m; aunque en Australia algunos individuos superan los 20 m. La madera es de veta gruesa y dura, pero las ramas son quebradizas y se desenganchan y caen muy fácilmente. En México no existen plantaciones maderables de esta especie.

Prácticamente podemos encontrar en la entidad veracruzana dos especies bien definidas y con nueces comestibles (Macadamia integrifolia y Macadamia tetraphylla), así como algunas variedades e híbridos plenamente adaptados a los condiciones edafoclimáticas. Como dato curioso de cultura general, el género Macadamia está dedicado al naturalista y político australiano de origen escocés John Macadame incluye otras especies ampliamente distribuidas en Australia e Indonesia, pero con nueces venenosas debido a la presencia de glucósidos tóxicos. No obstante, los aborígenes australianos han sabido prepararlas y anular el veneno para comérselas sin sufrir ningún daño.

Las nueces o drupas globosas de la macadamia tienen una piel externa verde que se vuelve marrón cuando maduran; poseen además una cáscara durísima totalmente esférica parecida a una bola de barro, de hasta 3 cm de diámetro, que protege a una almendra redonda, de color blanco- cremoso, con un altísimo contenido en aceites que le dan un aroma distintivo y delicioso cuando se cruje entre los dientes. Esta parte comestible posee un alto contenido en fibra, calcio, fósforo, hierro y vitamina B1. Es ampliamente utilizada en la alimentación humana y en la industria cosmetológica. Las nueces se pueden consumir en crudo, tostadas, garapiñadas en dulce y hasta saladas. El mercado local y nacional las prefiere como aperitivos, pero también se usan en la bombonería (elaboración de chocolates), pastelería y algunas salsas artesanales tipo gourmet. Hay muchos otros productos que incorporan a la nuez de macadamia en su composición tales como los licores (toritos en Coatepec, Ver.), mermeladas y jaleas. ¿Qué tal unos chiles rellenos con macadamia? ¡Riquísimos! El aceite de esta nuez contiene un 80 % de ácidos grasos monoinsaturados, cualidad gastronómica que ha sido responsable de su éxito entre los consumidores de la entidad veracruzana. 

Las hojas de Macadamia tetraphylla son bastante espinosas, semejantes a serruchos cortantes; largas y con peciolos muy cortos, dispuestas en grupos de 4. En cambio las de Macadamia integrifolia son sin o con muy pocas espinas; cortas y con peciolos largos, en grupos de 3. Las inflorescencias, es decir flores, son las típicas de las Proteáceas, de color rosado y blanco. Tienen la estructura semejante a un cepillo en forma escobillón, como aquellos que se usan para lavar tubos de ensayo del laboratorio. El ovario de las flores fecundadas empieza a crecer rápidamente y a las pocas semanas ya tienen la forma de pequeñas nueces con el pistilo residual en la punta.

DATOS DE CULTIVO

Tenga en cuenta que la nuez de macadamia se adapta mejor a climas subtropicales, preferentemente del trópico húmedo y subhúmedo, en áreas plenamente libres de heladas. Presenta un crecimiento retardado por debajo de los 15º C, y no produce bien en climas tropicales, sin grandes oscilaciones entre las estaciones. Tolera bien las variaciones climáticas a excepción de las heladas. Respecto al tipo de suelos, se adapta a todo tipo aunque prefiere los que son ligeros y bien drenados, tolerando bastante bien la salinidad. Una cierta acidez del suelo (pH 5-6,5) es todavía tolerable para la planta. No obstante, el sitio o terreno preferido para un excelente desarrollo es aquel que está mejor expuesto al sol y protegido de los vientos.

La mayor limitación para su cultivo se ve favorecida por las tierras calcáreas, ya que la cal bloquea la absorción de hierro en sus raíces y el árbol sufre clorosis severa. Esta carencia de hierro hace que las hojas broten casi blancas sin clorofila y no puedan sintetizar hidratos de carbono con los rayos solares. Sin la protección de la clorofila los nuevos brotes blancos se queman y el árbol se va debilitando, no puede crecer ni fructificar y acaba muriendo.

Para la plantación se necesita un espacio mínimo de 8 x 8 m, siendo lo ideal el marco de plantación de 10 x10 m. Los hoyos de plantación deberán tener 60 x 60 x 60 cm, y estar bien preparados con mezclas de estiércol maduro, harina de huesos y cenizas de maderas. Se recomienda hacer la plantación en días nublados para evitar el calor fuerte inicial que pueda secar los plantones. Durante los primeros años se puede asociar con maíz, hortalizas de raíces y ciertas leguminosas como abonos verdes. En general es muy poco exigente de agua como riego.

Sobre el abonado de macadamia es recomendable fertilizar a partir del 6º mes con la fórmula N-P-K: 10-10-10-, en un total de 450 gramos por planta por año de edad, aplicados en 3-4 veces. Según experiencias regionales, la macadamia responde muy bien a la aplicación de materia orgánica, por lo que hay fomentar esta práctica cultural a fin de reducir el uso de fertilizantes químicos. En este sentido la cáscara de la misma nuez se reincorpora al suelo como abono orgánico, o bien se emplea como combustible energético.

La poda de limpieza sanitaria y de conformación debe hacerse por lo menos una vez al año, para asegurar una distribución alternada de las ramas que forman la copa y garantizar de esta manera la obtención de frutas sanas. Y aunque la nuez de macadamia está considerada un cultivo virtualmente exento de plagas y enfermedades, en Veracruz ciertos pulgones atacan las flores y los brotes nuevos, la broca daña al fruto y las tuzas y ardillas dañan raíces y frutos antes de ser cosechados.

La recolección (= cosecha) consiste en juntar los frutos caídos por lo menos una vez a la semana. Las cáscaras deben ser removidas enseguida, y las nueces colocadas en camadas finas, en un local seco y bien ventilado. En buenas condiciones, las nueces, pueden ser almacenadas durante varios meses.

El rendimiento por árbol en producción analizado, varía según la edad de la planta y se considera que en arboles de 7 años la producción puede ser de 3.5 a 18 kg. Con prácticas de manejo adecuado y mejoramiento genético, se prevé que en plantas de 11 años de edad se pueda obtener de 45 a 50 kg y a los 20 años de 60 a 70 kg por planta. Considerando lo anterior y con una edad promedio de las plantas de 6 años, el rendimiento promedio sería de hasta 12.5 kg por árbol, lo cual concuerda ampliamente con lo reportado en el literatura mexicana y de otros países.

El elevado precio de este fruto australiano, aunado a la creciente demanda que existe en México,  hacen prever una mayor expansión de cultivo. Por lo que es oportuno que usted también incorpore a su parcela de cultivo esta distinguida y exótica visitante australiana. ¡Imagínese que el Gobierno promoviera el consumo de medio kilogramo de nuez de macadamia por habitante, por semana!

Si desea asesoría técnica o mayores informes, puede escribir a las siguientes direcciones electrónicas: joaquinbecerra16@gmail.com, macadamia_sebamex@hotmail.com, o bien dejar sus comentarios en este mismo blogger.

LECTURAS SUGERIDAS:

Gobierno del Estado de Veracruz. Sin año. Monografía de la Nuez de Macadamia. Comisión Veracruzana de Comercialización Agropecuaria. 10 pp.

Sol, Q. G., 2011. Manual técnico para productores de nuez de macadamia. Guía de siembra, manejo y procesamiento. Fundación Produce Veracruz. Asociación Mexicana de Productores, Procesadores y Exportadores de Nuez de Macadamia, A.C. 264 pp.




[1] Ing. Joaquín Becerra Zavaleta, Coordinador del Proyecto AGI-DP MACADAMIA SEBAMEX. Nota Técnica No. 1, Año 2013, que forma parte de los planes de formación hacia los productores.