SIGNIFICADO DE VADEMÉCUM






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miércoles, 17 de julio de 2013

¿Cruzar o Hacer otra Puerta?


“Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente”              
Rabindranath Tagore



Durante nuestra existencia, como personas físicas y espirituales, cruzamos miles de puertas. ¡Tantas que dificilmente podríamos estimar en número!  Algunas veces entramos y otras salimos, pero siempre bajo un constante fluir. Raramente permanecemos en el umbral del bastidor o marco. 

La mayoría de estas puertas son físicas y nos proporcionan seguridad y privacidad bajo su estructura. Otras, en cambio, son metafóricas y nos vinculan al éxito académico, la salud, el trabajo seglar y hasta con una bella familia. 

De vez en cuando estas puertas se nos hacen estrechas y parecen cerrarse ante nuestros esfuerzos. Otras veces las cerraduras se corroen y provocan graves desperfectos. Es aquí cuando más necesitamos ser optimistas.

Una simple enfermedad pudiera poner en quebranto a la persona que no busca otras alternativas de tratamiento, pues simplemente se conforma con estar al tanto que “de algo vamos a morir”. Es así que existen muchos apáticos e indiferentes ante su salud. No hacen el esfuerzo mínimo necesario para realizarse un chequeo médico anual; lo consideran injustificado y hasta superfluo. Tal pareciera que ya están cerrando la cerradura a su vida. 

Otro parámetro tiene que ver con la apremiante necesidad de llevar dinero a casa, lo necesario sólo para comer. Pero, en este tiempo, los trabajos escasean, están muy mal pagados y se explota mucho al trabajador. En consecuencia algunos recurren a la falsa puerta del robo, del secuestro, así como al narcotráfico y el asesinato. Les falta optimismo para cruzar o construirse una mejor puerta, una que les de dignidad y respeto. Que les permita andar con la frente en alto.

En cuestión de amores, las parejas separadas y gravemente enemistadas deben procurarse las condiciones necesarias para reparar la cerradura o el candado de acceso al interior de su alma. Cuando esto no sea posible, traten de fabricarse una nueva puerta, una con mejor calibre e inoxidable. No hay motivo para llevar una vida llena maltratos y amarguras intrafamiliares que pongan en riesgo la vida. Después de todo, la puerta de la felicidad es construida o reparada por usted.

Con mis atentos saludos,

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OPTIMISMO es la tendencia a esperar a que el futuro nos traiga cosas buenas. Nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia, descubriendo lo positivo que tienen las personas y las situaciones, confiando en nuestras capacidades y en el apoyo de los demás.

sábado, 13 de julio de 2013

El grave Peligro de las Plantas y los Animales entallados en el Escudo Nacional Mexicano



"La Patria no es bandera, ni es himno, ni es ruido. La Patria es esfuerzo creador, es sentido de responsabilidad social, es respeto a la razón y es amor a la libertad"
                                               
                                                  Luis A. Ferre


  

Escudo Nacional Méxicano (o Escudo de Armas), imagen tomada exclusivamente para enseñanza y sin fines de lucro de www.imagenesdeposito.com.

Resumen

La historia de nuestro escudo nacional mexicano está ligada a una gran cantidad de leyendas, tradiciones y hechos políticos, en donde algunos animales y plantas han estado siempre presentes. Su entallado debe hacernos reflexionar en la riqueza y diversidad de nuestro capital natural, así como del grave peligro que ya afrontan estos recursos.


Introducción

La reflexión que hoy comparto es breve, pero requiere paciencia y mucha observación. Primeramente tenga a la mano alguna moneda nacional mexicana y dirija su atención sobre la imagen donde figura el águila devorando a una serpiente.

Esta águila que aparece en el escudo nacional desde 1970 es el Águila Real o Águila Dorada. De las cinco razas geográficas reconocidas para esta especie, sólo Aquila chrysaetos se encuentra en la República Mexicana. Para los mexicas el águila era un ave sagrada que simbolizaba al sol, la fuerza, la audacia y la astucia. Era la representación zoomórfica del dios sol Huitzilopochtli, dios de la luz y de la vida, que era muy importante, pues los aztecas se llamaban a sí mismos "El pueblo del Sol". Por esta razón el último tlatoani azteca, hijo de Ahuízotl, Cuauhtémoc, significa “águila que desciende” (1495-1525).

Desde el México independiente hasta nuestros días, el águila parada en un nopal simboliza la libertad como nación; su pose combativa significa que el pueblo mexicano está listo para enfrentar los retos que la vida y el mundo exterior les presenta. El que la serpiente esté siendo devorada por el águila, significa que el pueblo mexicano siempre prevalecerá sobre sus enemigos. ¡Esa es la actitud que debemos transferir a todos nuestros congéneres, una actitud optimista y de mayor esfuerzo!

Desafortunadamente esta especie, como muchas otras del país, está en la categoría de Amenazada según la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, aunque la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (por sus siglas CITES) 2008, la considera en Peligro de extinción, y el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, estima la existencia de sólo unas setenta parejas de águila real en México. Esto concuerda con un trabajo más reciente de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (por sus siglas CONABIO) 2011, donde se señala que se desconoce el número de individuos residentes en México, pero se han documentado al menos 50 nidos de Águila real en estado silvestre, y más de 60 individuos en cautiverio.

Ahora observe detenidamente la serpiente que está siendo devorada por el águila. Ésta nos muestra claramente el cascabel en la punta de su cola y dos colmillos salientes. Considerando su distribución tal vez pertenezca a la especie Crotralus molossus. Se trata, sin lugar a dudas de una venenosa con alarma, es decir, que nunca ataca sin previo aviso. A pesar de su fama como animal mortal y agresivo, tiene gran aversión a los humanos, hecho que hace que únicamente ataquen para defenderse. Escolásticamente hablando sólo utilizan su veneno para paralizar a sus presas antes de comérselas. Para el pueblo azteca, la serpiente representaba sabiduría y tenía grandes connotaciones relacionadas con el dios Quetzalcóatl, es decir “La Serpiente Emplumada”. También está estrechamente vinculada con “Chicomecoatl” la diosa del maíz. Los mexicanos estamos hechos de maíz y somos asimismo un país maicero. ¡Es un orgullo para México haber compartito este alimento básico y dios sagrado, para con todo el mundo!

El tamaño del cascabel, como una sonaja, aumenta cada vez que la serpiente muda de piel, proceso que le añade una sección más. Las mudas pueden producirse hasta cuatro veces al año. Las partes más viejas del cascabel se van desgastando con el tiempo y se desprenden, de modo que el número de los anillos no es, como se cree popularmente, una indicación precisa de la edad de la serpiente. Podría tratarse de una mayor o menor edad.

Esta especie se considera en la categoría de Amenazada y fue incluida recientemente en la Lista Roja. Las personas inconscientes y debido a falta de conocimiento usan sus pieles para hacer artículos exóticos como cintos, botas, chalecos y chamarras. También predomina en México el gran arraigo y mito sobre su carne, la cual se considera que sirve para curar el cáncer, hecho que clínicamente aún no está comprobado en su totalidad. Otros más la matan debido a miedo o cobardía. Por eso  le recuerdo que: ¡Ninguna serpiente nos estará acechando en el campo, escondida entre la maleza o las rocas, para atacarnos! La mayoría de personas mordidas se ha debido a la falta de precaución o cautela en las labores del campo. En este sentido, el uso de habitual de un báculo, cayado o bastón, cuando se anda en el campo, constituye una   herramienta práctica para el soporte y permite ir ahuyentando paso a paso lo que esté en el camino. Podría funcionar también como arma de defensa al estilo de los peregrinos en antaño.

Ahora observe el nopal que emerge sobre la roca que está en medio del lago, un humedal. Esta roca simboliza el islote del Lago de Texcoco, Estado de México. Las rayas que muestra la roca representan el relieve característico del terreno en dicha región. Los caracoles, ubicados a ambos extremos del lago, simbolizan el origen de la vida y los círculos que allí se observan representan a piedras preciosas como el jade y la obsidiana. En el lago también se observan tulares, un tipo de vegetación acuática del género Typha sp., como el ecosistema más característico del sitio donde se establecieron los mexicas. Otros animales como aves, peces y mamíferos también estuvieron presentes, pero es obvio que quien plasmó la primera imagen de lo que sería el Escudo Nacional Mexicano, no dispuso del suficiente espacio para incluir la cuantiosa riqueza que albergaba de este fundamento. Es apenas, en años recientes, cuando se genera un Programa de conservación y manejo de aves playeras para el referido sitio, por la Ducks Unlimited de México, A. C. (2005).

Ahora fijemos nuestra atención en el nopal, el cual nos muestra cinco pencas espinosas y tres frutos o tunas de color rojo o morado. En ese entonces la región era muy rica en cactáceas incluyendo al nopal, vegetal que daría nombre a la gran ciudad de “Tenochtitlán”, que significa lugar entre “tunas y nopales”. Algunos autores identifican a este nopal con el nombre científico de Opuntia ficus-indica, pero hay quienes sostienen que, más bien se trata de Opuntia streptacantha, la cual presenta tunas rojas, mismas que simbolizan a los corazones de los guerreros vencidos. Esta especie tiene a su vez una amplia distribución en toda la Cuenca del Valle de México-Tenochtitlán. Observe además que la penca de nopal está revestida con 32 espinas frontales, que muy bien podrían representar a los 31 estados de la Unión más el Distrito Federal, aunque oficialmente esto no ha sido reconocido. Pero sería apropiado, entre nuestra cultura, arraigarlo así.

Siguiendo el curso de observación, en la parte inferior derecha del emblema se muestra una rama de laurel (Laurus nobilis), con cuatro paquetes de hojas verticiladas y tres pares de frutos. Esta especie es de origen europeo y francamente existen muy pocos individuos como evidencia de su presencia en México; al menos sólo se le conserva en colecciones botánicas, por lo que constituye una reliquia de la antigua flora subtropical del mediterráneo, propia de los encinares húmedos y densos de esa región. Fue usado desde la época de los griegos, aproximadamente 500 años a. C., y adoptado por los romanos como premio a ciertas epopeyas, así como símbolo de gloria para los héroes, poetas y hombres distinguidos.

El pariente más cercano a Laurus nobilis es Litsea glaucescens, considerado como “el laurel de los atoles mexicanos”. Su sabor y aroma es idéntico al europeo, crece de forma silvestre asociado al bosque de pino, bosque de pino encino y bosque mesófilo de montaña, desde Nayarit, Tamaulipas, hasta Chiapas y Centro América. Ha sido exageradamente explotado para su comercialización por lo que ya está considerado en la NOM-059-SEMARNAT-2010, bajo la categoría “Peligro de extinción”.

Ahora gire hacia el lado izquierdo, donde hay una rama de encino ó encino-roble, con cuatro hojas notablemente lobuladas y tres pares de bellotas. Algunos autores consideran que esta especie de encino corresponde a Quercus robur, uno de los elementos florísticos más dominantes en los vastos robledales del Mediterráneo. Tiene amplia distribución en Europa, desde Noruega hasta el Este de los Urales. Esta especie no se cultiva en México, pero conviene señalar que nuestro país está considerado como la “Patria del Encino” debido a la presencia al menos de 150 especies de Quercus registradas en su flora silvestre.

El laurel y el encino tenían gran importancia en Europa, fueron considerados árboles sagrados. Al encino se le concebía como un símbolo de fuerza asociada a los dioses Zeus y Thor, y al laurel como símbolo de victoria. Durante los siglos XVIII y XIX, a juzgar por la historia y arqueología, ambos elementos llegaron a convertirse en poderosas insignias republicanas. En México, los religiosos permitieron que se esculpiera en varias iglesias el símbolo mexica, apareciendo en fachadas o retablos y enmarcado con ramas de laurel. Un ejemplo de ello son la catedral de México y la catedral de Morelia, Michoacán. Por su parte las ramas de laurel y encino que rodean al escudo, representan la victoria y el martirio de quienes han dado su vida por la patria mexicana.

Conclusiones

Con esta breve presentación sobre los elementos botánicos y faunísticos entallados en el escudo nacional, se ha querido resaltar la riqueza y diversidad que conforman el capital natural mexicano. Demostrar que las especies se extinguen o ven reducidas sus poblaciones por varias razones, siendo la causa principal la destrucción del hábitat debido a actividades humanas. Pese a todo ello, se espera que las generaciones presentes y futuras, reconozcan, respeten y conserven estos elementos emblemáticos del país. Es una parte fundamental de nuestro pasado, presente y futuro, como sociedad. Por ello es urgente e impostergable implementar proyectos realmente viables, sustentables y sostenibles.

¡No permitamos que el águila se desplome ni que el nopal pierda sus espinas! La serpiente de cascabel está alertándonos para ocuparnos más y lamentarnos menos. Las ramas del laurel y del encino nos aguardan con pócimas estimulantes y energéticas. El majestuoso lago y demás elementos asociados a este, como preludio de la Revolución Azul, nos aseguran cuantiosos recursos naturales para lograr el Desarrollo Sostenible y Sustentable del país. Todo esto podrá ser posible pero con Equilibrio Ambiental.

Lecturas sugeridas:

1)    SIMBOLISMO DE LA BANDERA NACIONAL DE MÉXICO. José Ramón González Chávez. Derecho y Cultura, Núm.13, enero-abril de 2004, pp. 129-143.

2)    LEY SOBRE EL ESCUDO, LA BANDERA Y EL HIMNO NACIONALES. Nueva Ley publicada en el Diario Oficial de la Federación el 8 de febrero de 1984. Texto vigente. Última reforma publicada DOF 23-06-2010.
3)    LA FLORA DEL ESCUDO NACIONAL MEXICANO. María de Lourdes Aguilar Enríquez; Carmen de la Paz Pérez Olvera y Socorro de la Paz Pérez Olvera. POLIBOTÁNICA Núm.18, pp.53-73, México, 2004.