SIGNIFICADO DE VADEMÉCUM






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Del latín vade: ven, anda, y mecum: conmigo.


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sábado, 20 de abril de 2013

Para reflexionar a partir del Audio: "En Peligro de Extinción: El SARAGUATO"


Cápsula ambiental compartida a partir de radioteca.net


Imagen tomada de vozsaraguato.blogspot.mx, abril 2013

Debe destacarse que el Saraguato Maya es una especie catalogada como En Peligro de Extinción en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010. Sin embargo, pareciera que esto nos tiene sin la más mínima preocupación, mientras permitimos que decenas de especies continúen sufriendo la cruel e inconsciente amenaza del hombre. 

Para mayor información vea:

http://vozsaraguato.blogspot.mx/2013/04/incrementa-atropellamiento-del-mono.html

Como la Mujer del Cesar, Hay que Ser y Parecer un Buen Profesional (Parte 1)



Este artículo, que presento en dos partes, ha sido adaptado a partir de Farias Magallan (2007)* y se presenta aquí como una herramienta para mejorar la calidad de los servicios de todos los profesionales, así como las personas que sin contar con un título académico prestan un servicio o trabajo digno. Aquí hago honor a todos aquellos que se desempeñan como jardineros, agricultores, albañiles, fontaneros, mecánicos, carpinteros, pescadores, empleadas domésticas, tenderos y marchantes, etcétera, que constituyen el capital social que mueve la economía de un país.

También preludio la famosa frase atribuida al Divino Cayo Julio César (100-44 A.C.): “La mujer del César no sólo debe ser honrada (u honesta), sino además, parecerlo" , en la cual inspiré el título de este documento.



Empezaré por admitir diciendo, como bien lo señala el autor, que todas las profesiones están atravesando por un período de cambios inesperados, debido a la demanda del consumidor y al aumento constante de la competencia entre profesionales (profesionistas para México). Hoy en día ya no basta con tener un título habilitante y ejercer una profesión para ser un buen profesional. Se requiere serlo de verdad, pero además hay que demostrarlo en aptitud y actitud. De muy poco sirve presentar en varios capítulos nuestra Hoja de Vida o Curriculum Vitae, si no tenemos ante todo una buena apariencia personal, junto con buenos modales, que nos acompañen. En este contexto debemos asentir que, independientemente de las llamadas “palancas” o el “nepotismo” que se estila en varios sectores de la sociedad, como te ven te tratan. O bien, “dime cuantas armas portas y te diré quién eres”.

Para contextualizar un poco, la Real Academia Española define “profesional” como “Persona que ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación”. En México se emplea, con mayor frecuencia, el término profesionista para referirse a una persona graduada; se usa profesional para tipificar la calidad de trabajo que una persona ejecuta o presenta. A nivel más global se prefiere la expresión “profesional”.

Sobre este particular sentido, ya no es suficiente el extraer un diente, vacunar una mascota, cortar el césped, asear una habitación o hasta reparar un auto. Los clientes exigen más y mejores servicios, brindados por una persona facultada, que además tenga una imagen acorde a su tarea. ¡Sí, escuchó bien! ¡La apariencia personal es un factor determinante! Aunque todavía hay algunos pocos que no le dan la importancia que esto merece. Quizás se excusan en sus arraigados estilos y costumbres de vida, o bien porque deciden ser auténticos y no ser manipulados. Esta misma palabrería aplica a todas aquellas personas que, sin contar con algún título académico, prestan un servicio muy digno y de calidad, con frecuencia hasta mejor que cualquier profesionista o técnico en la materia.

Nuestra imagen atrae o rechaza a nuestros clientes y amigos.

Si nos presentamos a nuestras labores cotidianas, o estamos a punto de emprender un negocio, pero vamos con los pelos parados, sin bañarnos, todavía con lagañas en los ojos, comida residual en los dientes, mal aliento (halitosis), sin afeitarnos, ropa arrugada y zapatos sucios, es casi seguro que perdemos un buen negocio y hasta un trabajo. Añada a esto la actitud negativa con que nos hacemos acompañar. Mejor… ¡Trágame tierra!, dirán algunos.

Es por eso que una buena imagen ayuda a crear y ganar un lugar en la mente de los clientes, es decir, a posicionarse en el mercado y de los servicios. Es una herramienta que abre la oportunidad para el emprendimiento de un buen empleo o trabajo. El posicionamiento correcto consiste en lograr que el cliente diferencie, desde la primera vez, claramente los servicios brindados por el profesional, de los de su competencia; percibiéndolos como únicos, y como la primera y más relevante opción, al momento de elegir la alternativa para satisfacer sus necesidades. La imagen profesional es un concepto abstracto, que se forma a través de la percepción de elementos reales y emocionales en la mente de la gente. En teoría esto no debería importar, pero ¡Sí importa y mucho!. Cuando se celebra, por ejemplo, una Asamblea Ejidal o Comunal y el Ingeniero Agrónomo o el Médico Veterinario se para al frente y exhibe una apariencia sucia y desgarbada, difícilmente logra convencer a sus interlocutores. Si a esto le agregamos un deficiente manejo del lenguaje y la falta de confianza en sí mismo, las cosas terminan siendo decepcionantes.

Por eso los principales factores que ayudan o estimulan a generar una buena imagen profesional son: la apariencia personal (acicalamiento e higiene), el lenguaje corporal durante la interacción con el cliente; el comportamiento del profesional (dentro y fuera de la empresa/rancho); el entorno que lo rodea (su ambiente laboral incluyendo el resto del personal y su espacio de trabajo); los honorarios profesionales (muchos no saben cobrar y otros abusan cobrando); los conocimientos técnicos y la atención general brindada al cliente. Sobre este particular desglose de factores, tenemos mucho que aprender de los abogados, dentistas y médicos en salud humana, entre otros profesionales, que a resumidas cuentas visten apropiadamente para servir, pero también saben cobrar. No así algunos Ingenieros Agrónomos, Biólogos, Sociólogos, Nutriólogos y Veterinarios, sólo por  citar algunos casos de crítica constructiva.

Cuando un cliente acude a una entrevista o consulta (ej. consultorio veterinario, consultorio médico, despacho ambiental) deposita en el profesional su confianza para que éste le de soluciones concretas al mejoramiento productivo de la empresa o del  rancho, o bien atienda la salud de su ganado o eleve la calidad del bosque, etcétera. Además, espera encontrarse con una persona que, más allá de sus conocimientos técnico científicos, sea pulcra, cuidadosa de su vestimenta y de su higiene personal, educada y con una buena cultura general, características que seguramente asociará con seriedad, honestidad y capacidad profesional.

Sobre este particular punto de vista, le comento que he tenido la oportunidad de colaborar con diversos productores agrícolas de la República Mexicana y francamente he quedado boquiabierto al darme cuenta del manejo y comportamiento para con los trabajadores. Muy a pesar de realizar labores de campo (chapeo, siembra, podas, fertilización y cosecha, entre otras), se les exige que se presenten duchados y con ropa limpia todos los días, en punto de las 8 a.m. Esta actitud también se ve reflejada en la forma de manipular su “lonche” o “itacate”, como se le llama coloquialmente a los alimentos que portan los trabajadores de campo durante una jornada de ocho horas de trabajo. Estos alimentos incluyen, con frecuencia, el desayuno o almuerzo y la comida. Los trastes y servilletas exhiben limpieza y buen gusto. ¡Se antoja degustar los sagrados alimentos con este tipo de gente!

Esto me hace recordar a aquellos estudiantes coterráneos de enseñanza media y universitaria, que portaban mochilas rotas y algo sucias, y que en su interior había un verdadero desorden. ¡Nunca encontraban lo que hacía falta! En cierta ocasión un camarada viajó durante una semana con una jaiba hervida en el interior de su mochila de trabajo, sin darse cuenta. Otra más, que parece de cómic, tiene que ver con una colega extensionista que, al momento de abrir su bolsa de mano salta un pequeño ratón. ¡No daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo!

La puntualidad: un sello de garantía en peligro de extinción.

Los ingleses son famosos por su puntualidad de hasta un 90%. Seguramente los habrá impuntuales, pero es parte de su cultura el respetar a ultranza el tiempo de los demás. Sin embargo en México, vivimos en el país de los 20 minutos de tolerancia mínima y (casi) nadie dice nada. Llegar tarde muchas veces es visto como "fashionably late", o sea, “te ves bien llegando tarde a la reunión”, a la cita con tu cliente o tus familiares. Lo mismo ocurre cuando hay que atender a algún grupo de la comunidad rural; les restamos respeto y hasta razonamos que nadie quiere "llegar a barrer", que es lo mismo que llegar a tiempo. Tampoco es extraño ver que los anfitriones de una fiesta citan a las 7:00 p.m. y si a algún invitado se le ocurre llegar a tiempo, pues le tocará pasarla a solas en la sala de espera, mientras llegan los demás invitados, porque la señora de la casa apenas se está bañando y el señor está viendo el fútbol. Después de todo ¿quién va a llegar a las siete?  Aquí valdría la pena recordar las palabras de Horace Mann (1796-1859), educador estadounidense, quien dijo:"La informalidad en atender una cita es un claro acto de deshonestidad. Igual puedes robar el dinero de una persona si robas su tiempo" Vea más sobre puntualidad inglesa en aurelianogarcia.blogspot.mx

Este apartado constituye un llamado a la mente y corazón, con el fin de hacer los ajustes necesarios para atender en tiempo y forma cualquier compromiso agendado, así como dar curso a la entrega formal de los trabajos previamente convenidos o pactados. Si quiere ser buen profesional o un excelente prestador de servicios, no hay motivo para postergar las cosas, ni mucho menos restarles importancia a unos cuantos minutos. La puntualidad es un sello de garantía que todavía se honra en varios países y comunidades, lamentablemente es una cualidad que está en peligro de extinción. No obstante la repercusión que esto puede tener en nuestros clientes e interlocutores (que puede abarcar a familiares y amigos) es de valor incalculable. Se trata del respeto y la dignidad hacia el esfuerzo concienzudo de los demás, pero sobre todo de la imagen que dejemos plasmada en la mente de los que nos esperan.

Por ello, la próxima vez que acudamos a alguna cita o negociación, echemos un vistazo a nuestra apariencia personal, incluyendo la limpieza de los zapatos y aliento de la boca. Nunca escatimemos llegar 5 minutos antes de lo acordado; tendrá suficiente tiempo para desahogarse antes de empezar y hacer un reconocimiento del entorno. Recuerde que El buen profesional no solo debe serlo, sino además parecerlo”

Este artículo continuará...

Mientras tanto puede escribirme sus comentarios o sugerencias a joaquinbecerra16@gmail.com

*  Farias, M. D. J., 2007. Hay que ser buen profesional y además, hay que parecerlo.  Coordinador de VET-UY. www.vet-uy.com; www.produccion-animal.com.ar 

viernes, 12 de abril de 2013

Agricultura Orgánica: Filosofía de Vida y Divisa del Nuevo Milenio



Hemos olvidado el paladar de aquellos jitomates que realmente sabían a jitomate, o de aquellos huevos que en verdad sabían a huevo.

Ahora nos hace daño la leche bronca, aquella que es obtenida durante la madrugadora ordeña de la vaca.
Ya hasta nos disgusta el sabor de la carne de pollo de rancho porque sabe a choquilla.

Encima de todo ello, la comunidad rural más remota exige que se le lleve leche en caja, huevos blancos de granja y hasta tortillas de máquina industrializadas.

Pareciera que el incremento de enfermedades y el muy controvertido cambio de identidad del género humano u orientación sexual, guardase estrecha relación con los alimentos.

¿Será cierto esto? ¿Hay maneras de recular este camino?

Reflexión del autor


Permítame decirle que la agricultura orgánica o ecológica, de donde se desprende la Agroecología, es todo un arte y ciencia, que se ejecuta con la finalidad de obtener productos agrícolas sanos mediante técnicas que protegen la salud humana y salvaguardan el ambiente. Se trata, ante todo, de una filosofía de vida, con fuerte convencimiento para un buen vivir.

Sin tener que recurrir al uso de agrotóxicos ya sea fertilizantes o insecticidas obtenidos por síntesis química, organismos modificados genéticamente, aguas negras y radiaciones en los alimentos, la agricultura orgánica es una disciplina moderna en expansión, que se nutre de la tecnología campesina tradicional. Se trata de recuperar valiosas doctrinas de antaño que en verdad funcionaban y que protegían la salud humana y al ambiente. ¡El viejo campo, un tanto desgastado y olvidado tiene que convertirse en el vergel de nuestras mesas!

Hay que recordar que los sistemas de agricultura orgánica dependen de la rotación de cultivos, empleo del calendario astronómico o lunar, reciclaje de desechos vegetales, uso de estiércol animal, incorporación de leguminosas, micorrizas, abonos verdes, desechos orgánicos composteados y de rocas minerales, junto con el control biológico de plagas y enfermedades (Lampkin, 2001, U.S. Department of Agricultura). A este proceso también se le llama apropiadamente inocuidad química. Como bien lo expresa una famosa frase: "La agricultura es la más noble de todas las alquimias, porque convierte a la tierra y aun a la majada en oro y da además al cultivador un premio de salud"

Es importante destacar que este no es un esquema de producción aislado de los demás sectores, o que solamente se lleve a cabo en algunos países como México. Es una corriente a nivel mundial que cada día gana más adeptos y que garantiza con la calidad de un alimento, la salud de un ser humano.

Impactos ecológicos de la agricultura orgánica.

La importancia ecológica de la agricultura orgánica estriba en que se evita la contaminación de la tierra, del agua y del aire, preserva y valoriza los recursos naturales como base de las explotaciones agrícolas; protege la fertilidad natural de los suelos a largo plazo; desarrolla métodos de producción respetuosos del ambiente; permite el aumento de la diversidad biológica de flora y fauna; mantiene un uso óptimo de los recursos naturales locales y de los recursos naturales renovables; evita la erosión hídrica y eólica, la salinidad y la degradación física y biológica de los suelos; conserva el agua; favorece los ciclos biológicos y evita la erosión genética. Pero ante todo, los cultivos conservan un sabor autentico y original.

Pero… ¿Cómo saber que un alimento es orgánico o que es inocuo químicamente? Este proceso de calidad esta supervisado por agencias Internacionales (Comunidad Europea, Japón y Estados Unidos) que emiten un certificado al proceso utilizado en la producción de esos alimentos.

En los supermercados o mercados ecológicos regionales usted podrá distinguir estos productos debido a contener un sello de tal garantía. A este respecto, se tendrá que apelar mucho a la ética de los productores o intermediarios. También está prosperando con muy buenos resultados un tipo de certificación orgánica social o participativa, en donde el código de honor conforma el sello más inquebrantable en esta materia de producción. En futuras ocasiones hablaré de ello.

Mientras tanto, mi recomendación es: Adquiera productos de las “marchantas” que proceden del campo con sus canastas rebosantes y rollos frescos de verduras. Las hallará generalmente en las equinas de la calle o bien en los tianguis y mercados sobre ruedas. Estas personas difícilmente disponen de suficientes recursos para adquirir agroquímicos y por tanto sus productos no están terriblemente intoxicados. En caso de ser un consumidor sin igual, es decir, que compra sin premeditación,  le recomiendo lavar con agua y jabón muy bien todas las frutas y verduras antes de consumirlas, ya que varios agroquímicos son persistentes.

Por otra parte, guisar y consumir inapropiadamente productos orgánicos es tan absurdo como pretender nadar en un banco arena. ¡De nada serviría tanto esfuerzo y dedicación!

Algunos tipos de abonos orgánicos más empleados en esta agricultura son: Estiércol de animales; Composta; Lombricomposta; Abonos verdes; Plantas fijadoras de nitrógeno, Cenizas de madera, Harinas de diversas rocas y huesos, etc.

Valga el momento para señalar que los orines constituyen una de las fuentes más valiosas de Nitrógeno o Urea; muy apropiado para hortalizas de hoja ancha. Y lo mismo resulta ser el uso excremento humano previamente tratado, en cuyo caso la cacafobia dista mucho por vencer. ¿Le suena asqueroso esto? Pues tenga la seguridad de que varios países practican y han practicado este tipo de fertilización en diversos cultivos. Es asunto de navegar en la red para darse cuenta de ello.

A nivel mundial, la superficie orgánica y el mercado de sus productos presentan altas tasas de crecimiento. Lo anterior es reflejo de una tendencia postmaterialista en los valores de la sociedad. ¡Estamos virando la historia de la alimentación! México ocupa el 18º lugar por superficie orgánica y el primero en la producción de café orgánico. Al interior del país, este sector es el subsector agrícola más dinámico. No obstante otros cultivos como las hortalizas van en un ritmo ascendente.

Podríamos concluir que este tipo de agricultura ya constituye una fuerte divisa del nuevo milenio y abre las puertas para emprender un negocio rentable sobre producción y comercialización de alimentos sanos, muy en armonía con un mundo ideal anhelado.

Si desea hacer algún comentario o compartir alguna experiencia exitosa, escriba a joaquinbecerra16@gmail.com o bien al interior de este blog.

Fuente recomendada: Manual de agricultura Orgánica; Limón González, L.H., et. al., 2005.

martes, 9 de abril de 2013

¿Cuánto Oxígeno Necesitamos para Vivir?


John Roden, profesor de la Universidad de Oregon del Sur, en la Revista Selecciones de Junio del 2005, pág. 64, sostiene que la persona media necesita alrededor de 130 metros cúbicos de oxígeno al año. Por consiguiente, en lugares de vegetación exuberante, como es el caso de las selvas tropicales, cada árbol genera en promedio unos 273 metros cúbicos al año. Pero en los sitios áridos en cambio, la producción es mucho menor. Por ejemplo, un enebro del desierto genera apenas 6 metros cúbicos de oxígeno al año.


Estas consideraciones del Dr. Roden son bastante acertadas y nos ponen ante un dilema ambiental: ¿Cuántos árboles necesita usted y su familia para poder vivir? ¿Son suficientes los árboles de su ciudad o de su país para proveer la cantidad de oxígeno necesario en términos de calidad? ¿Está usted coadyuvando a la producción de oxígeno para su familia? ¿Qué significado cobran para usted los llamados “pulmones de la ciudad”?

Una mirada retrospectiva sobre la situación del agua a nivel mundial, debería inducirnos a comprender que también nos estamos quedando sin oxigeno y que la calidad de éste es peligrosa en varias ciudades. Nunca nos imaginamos tener que llegar a comprar agua embotellada, debido a la abundancia y pureza por doquier. Por su parte, la venta y comercialización de oxigeno es también una realidad y está cobrando una demanda creciente en varias partes del mundo. ¿Ha llegando el ineludible período de acudir al centro de distribución y comprar el tanque de oxigeno para abastecer nuestro hogar, tal como lo hacemos con el agua? ¡Imagínese tener que pasar al supermercado por nuestra lata de oxigeno para cada viaje aéreo o carretero! 

Esto debería motivarnos a ver con los pies en la tierra y con los ojos de la mente y del corazón que, si queremos permanecer como especie, es necesario que generemos e implementemos estrategias objetivas para mitigar el actual deterioro ambiental. ¡Tenemos que producir (sembrar y cosechar) nuestro propio oxigeno! Para lograrlo será necesario plantar, por lo memos, un árbol de porte pequeño o grande en el patio de nuestra casa. Aunque también está de moda el establecimiento de techos vivientes o azoteas verdes, así como la forestación o revestimiento vegetal de paredes y muros. Ambas alternativas pudieran incluir desde plantas de ornato hasta hortalizas para la alimentación familiar. En casos muy especiales, se han establecido pastos sobre la azotea y posteriormente inducido una ganadería con especies menores. ¡Algo muy ingenioso y fácil de replicar! Pero si esto no es posible debido al espacio reducido, acuda a las autoridades ambientales de su comunidad y solicite la anuencia para que en las avenidas o en alguna área verde oficial, pueda usted plantar, adoptar y cuidar un árbol desde la etapa juvenil hasta su madurez. ¡No se reprima de este disfrute imprescindible! ¡Produzca oxigeno, ya no le quite más a las generaciones futuras!

Recuerde que en muchos lugares del mundo se han establecido y decretado áreas verdes como “pulmones de la ciudad”. Aunque esto es muy loable, los tamaños de dichas reservas generalmente no corresponden con el crecimiento y desarrollo urbano. Por su parte, el estado fitosanitario y la fisonomía estética de estos sitios es poco digna de reconocimiento, pues muchos están en pleno abandono y algunos son verdaderos vertederos de basura y madrigueras para maleantes. En tales circunstancias, los responsables de la planeación y desarrollo urbano local deberán reconsiderar que la cantidad de aire u oxigeno respirable debe ser estrechamente proporcional a la cantidad de los habitantes versus la disponibilidad de las fabricas de éste, es decir, los árboles. Nunca se deberá prescindir del mantenimiento sostenido y permanente que esto conlleva. Es una tarea titánica pero redunda en enormes beneficios.

Finalmente, es menester exhortarle para nunca se olvide que "…Se puede vivir dos meses sin comida y dos semanas sin agua, pero sólo se puede vivir unos minutos sin aire..." Mahatma Gandhi


Para mayores informes o comentarios, puede escribir a joaquinbecerra16@gmail.com, o bien suscribirse a este blog.


sábado, 6 de abril de 2013

Desenredando el Lenguaje: Las UMA


Hay varios aspectos y conceptos que se desconocen, confunden y hasta se desea omitir en materia ambiental y de salud. Es común ver a técnicos acreditados y profesionistas especializados divergiendo y confundiendo un concepto o término. Sencillamente no se entienden porque no hablan el mismo lenguaje. Algunos de estos aspectos constituyen verdaderas lagunas o deficiencias que extensionistas rurales, periodistas ambientales y divulgadores científicos deben investigar y comunicar en términos muy coloquiales o con un lenguaje más campirano. Como dicen los que saben: “Hay que bajarse de la Torre de Babel”
Esta sección "Desenredando el lenguaje", será progresiva e irá compilando toda aquella terminología confusa que provoca deformación en nuestra comunicación, sea escrita o hablada. Aunque el vocabulario se limitará a definiciones concretas que varios autores ya ha proporcionado, no podrán descartarse todas aquellas discrepancias, modismos locales y algunas diferencias de ortografía. De cualquier manera será una herramienta de ayuda, y con la fiel intención de mejorar nuestro entendimiento.
Empezaré, a manera de apertura, con el término UMA:
El término UMA  no significa Unidad de Manejo Ambiental, de acuerdo con la Ley General de Vida Silvestre y su Reglamento. Es probable que exista una confusión basada en las siglas UGA y correspondientes a la unidad mínima territorial  o Unidad de Gestión Ambiental. Las UGA son empleadas en los programas de ordenamiento ecológico.
UMA también significa Madre y Nación. En el idioma aymara es agua. También corresponde a la diosa hindú (la de muchos brazos), la madre creadora, la que transforma lo ideado por su dios en materia. Algunos usos menos comunes que podemos encontrar son: “mi hija se llama Uma Agostin; o mi hija que viene en camino va a llamarse Uma Francesca”. Pero UMA también puede referirse a la Unión Matemática Argentina, o bien emplearse como abreviatura de Unidad de Masa Atómica. ¡Así que no nos confundamos!

El término UMA se utiliza para singular y también para plural, por ejemplo una UMA o las UMA. Pero es incorrecto referirse a UMAs o UMA´s, ya que el uso del apóstrofe -´s - procede del inglés y no corresponde con nuestra gramática en castellano; además la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), no emplea tal cosa en ninguno de sus documentos. 

Finalmente, de acuerdo con la Secretaría, la UMA es la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre. Hay una Ley y un Reglamento, así como Normas Mexicanas y folletos divulgativos al respecto. Para mayor información de este tema vea el artículo "Las UMA y los aspectos que no todo ojo quiere observar", en:

Esta sección continuará. Si desea compartir algún término o concepto relacionado con el medio ambiente o salud, tenga la bondad de escribir a joaquinbecerra16@gmail.com, o bien suscribirse directamente a este blog.

LOS MANGLARES: BOSQUES SALADOS SUBACUÁTICOS (Parte 1)




En esta intromisión al misterioso y fascinante mundo subacuático (características acuáticas y terrestres) de los maglares, le recordaré la importancia biológica, ecológica, forestal y social de este ecosistema forestal. Será necesario hacer un repaso sobre morfología (formas) y fisiología (funciones) vegetal, así como de la normatividad ambiental existente para fomentar su protección y conservación. Comentaré algunos casos exitosos que en materia de restauración ecológica, repoblación, reforestación, se están impulsando en algunas partes del mundo. No sería inoportuno hacer algunas sugestiones sobre el impacto ambiental que ya tiene el desarrollo turístico sobre este ecosistema. Así que… ¡Venga, ande conmigo y conozcamos a los manglares!

Por principio, debo decir que el vocablo mangle de donde se deriva mangrove (en alemán, francés e inglés) es originalmente guaraní y significa árbol retorcido. Esto seguramente se debe a la arquitectura o forma que adquiere la especie Rhizophora mangle, en cuyo caso sus raíces zancudas le imparten una peculiar morfología. Font Quer (1977) considera que la palabra mangle corresponde a un nombre vulgar de origen hispanoamericano. Sea como fuere, estas raíces estabilizan la arena y el lodo; son extraordinarias ancladoras de suelos. Valga recordar también que el nombre genérico para manglar o manglares, fue designado con base en sólo esta especie, y que Rhizophora es un género de árboles tropicales con 44 especies pertenecientes a la familia Rhizophoraceae, donde su más notable especie es Rhizophora mangle.

Desde el punto de vista ecológico y forestal el manglar es un bosque, frecuentemente con árboles de 10 a 20 metros de altura, aunque en ocasiones algunos individuos alcanzan hasta los 35 metros de alto. Al interior del bosque se aprecian distintas coloraciones y formas de su corteza. Los programas de manejo y aprovechamiento para este frágil recurso, son similares a los de coníferas u otros ecosistemas tropicales, excepto que hay que considerar que las especies de mangle figuran en alguna categoría de riesgo en México, y de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2001. En tales circunstancias el registro y el Plan de Manejo de una Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMA), resulta herramienta indispensable.

Al respecto debo decirle que, no muchos hemos tenido la fortuna de vivir cerca de un manglar, de apreciar bajo sus enramados e intrincadas raíces su peculiar estructura y fisonomía, de llenarse de lodo las botas y hasta los codos durante el arduo trabajo que allí realizan los lugareños como su principal medio de vida. En sentido más estricto se trata de un humedal constituido por árboles de diferentes familias, géneros y especies taxonómicas, generalmente perennifolias, lo que significa que permanecen con follaje verde durante todo el año. Son plantas muy tolerantes a la salinidad y ocupan la zona intermareal de las costas en las latitudes tropicales de la tierra. Sus inescrutables adaptaciones morfofisiológicas (forma y funciones), les han permitido sobrevivir y desarrollarse en terrenos anegados o inundados durante casi todo el año y sujetos a intrusiones de agua salada o salobre, generalmente carentes de oxigeno. Debido a ello, algunos autores llaman a este ecosistema “Bosque Salado”. Por su estrecha y compleja relación con el mar resultan ser un eslabón entre la vida terrestre y marina. ¡Algo fascinante si se admite que la vida orgánica, tal como la conocemos, tuvo sus orígenes en el mar!

Las especies de mangle más comunes y dominantes en nuestro país son el mangle rojo (Rhizophora mangle), el mangle negro (Avicennia germinans), el mangle blanco (Laguncularia racemosa), el mangle botoncillo (Canocarpus erectus) y Rhizophora harrisonnii. Las cuatro primeras son las más ampliamente distribuidas y abundante. Poblacionalmente constituyen una masa forestal bien ordenada que crece en bandas según su grado de resistencia a las inundaciones periódicas de las mareas, y por tanto, a la salinidad. Así el mangle rojo, se presenta generalmente hacia la parte frontal, en contacto directo con el agua salobre. Atrás del mangle rojo podemos encontrar al mangle negro y atrás de éste, en suelos un poco más altos se encuentra el mangle blanco, ya que es menos tolerante a la salinidad. ¡Un ejemplo que nos muestra orden y cada cosa en su lugar!


Pero el manglar no son solamente árboles, como irreflexivamente pensamos algunos, aquí también encontramos arbustos, hierbas, hongos y una inmensa cantidad de animales (mamíferos, aves, reptiles, anfibios, crustáceos, insectos, etcétera). Podría decirse que hablar de del manglar es tratar con todo un complejo de organismos y no meramente con cuatro o cinco especies arbóreas. También hay que reconocer la parte abiótica (como la temperatura, luz, humedad, y la salinidad) la cual ha jugado un importante papel evolutivo en el perfeccionamiento de este intricado ecosistema subacuático.

En este ecosistema podemos hallar unmangle que no es mangle”, como dicen algunos lugareños respecto del mangle botoncillo (Conocarpus erectus), el cual parece haberse adaptado mejor a terrenos firmes y con menos concentraciones de sales. Sus estructuras anatómicas y morfológicas resultan totalmente diferentes respecto a las demás especies de mangle. Y es precisamente aquí donde surgen las siguientes interrogantes: ¿Se trata acaso de una planta cuyos niveles evolutivos le han permitiendo separarse del ambiente acuático-marino? ¿Es acaso una de esas rarezas inexplicables de la naturaleza, como sucede con Quercus oleoides y Pinus oocarpa, especies adaptadas preponderantemente al clima tropical y sub-tropical?

Si observamos ligeramente a un bosque de mangle, concluiríamos que no es nada atractivo, ya que fisonómicamente sus árboles son muy deformes y torcidos. Esto nos confirma su significado guaraní, ya que… ¡De verdad que son torcidos estos árboles! También su intricada red de raíces zancudas y adventicias los hacen intransitables e impenetrables. Esto quizás haya sido la mejor defensa del ejército mexicano ante el ataque de los soldados europeos durante sus anhelantes deseos por conquistar el país. Y es casi seguro que el éxito de los vietnamitas en todos sus combates obedeciera también a esta particularidad de los manglares.

En Veracruz, México, varios sitios fueron utilizados como escondite por piratas y forajidos. El Cerro del Naco, situado en el Ejido El Nanchal, municipio de Alvarado, Veracruz, es tan solo un ejemplo de escondites piratas. Otros más los podemos localizar en los manglares de Tecolutla y en la portentosa Laguna de Tamiahua. Pueden hallarse numerosos antecedentes y leyendas en cada sitio.

En estos ambientes pantanosos el hedor a fango (lodo en descomposición), así como la presencia de mosquitos y tábanos es lema de cada día. Ocasionalmente también encontramos lagartos o cocodrilos, viuda negra y tatuana (Boa constrictor). Muchas personas sienten pavor andar en el interior de un bosque de mangle, pero se requiere de actitud, disciplina y práctica para saber cómo caminar y hasta qué agarrar. El asunto de aguante y resistencia precisa un mayor entrenamiento. 

Finalmente, para concluir con esta primera parte, le diré que las flores de estos árboles no son nada vistosas que digamos, excepto porque las abejas y algunos insectos palúdicos buscan allí sus alimentos. La miel de mangle es una de las más cotizadas. Tiene un sabor dulce-salado y es el producto con el cual se impregnan las zucaritas y los corn flakes. De todas formas, ¡No podría imaginarme a un joven romántico enviarle flores de mangle a su futura esposa! ¡Ni tampoco al hijo predilecto llevarle un ramo de estas flores a su amada madre! Estas analogías seguramente le parecen poco alentadoras y hasta exageradas. No obstante le recuerdo que… ¡Así son los manglares!

Esta sección continuará. Mientras tanto, si desea compartir alguna información al respecto o publicar algún artículo sobre salud y medio ambiente, tenga la bondad de escribir a joaquinbecerra16@gmail.com

viernes, 5 de abril de 2013

Inhalando Conceptos sobre Cuencas Atmosféricas


Aquél que piense que vivimos mejor ahora que antes, porque tenemos un vehículo y gozamos de más bienes y servicios, que piense también en que estamos envenenando más, ahora que antes, el aire que aspiramos 13 veces por minuto” Chamizo y Garritz, 1991.
Y no pretendo decir que tengamos que retroceder a la edad de piedra, pero sí estar conscientes que debemos pagar el costo.

Hay tres cosas básicas para la vida y estas son: aire, agua y alimentos. Ahora bien, sin comida podríamos vivir hasta un mes, sin agua sólo unos cuantos días, pero sin aire (oxígeno) moriríamos en cuestión de minutos. Y es que el aire es más indispensable para la vida y cualquier actividad muscular que realicemos. Pero un aire envenenado es tan nocivo como la ausencia del mismo, ya que en lugar de llevar oxígeno a nuestras células, la hemoglobina transportaría veneno, provocando la intoxicación y muerte.

Permítame recordarle que la atmósfera, el área de donde fluye el oxígeno, es el principal medio de dispersión de las emisiones y contaminantes provenientes de diversas actividades como la agricultura, la ganadería, el transporte, el confinamiento de residuos sólidos (basura) y todos los procesos industriales, entre otras. Dos principales enemigos se vislumbran dentro de este escenario, un tanto silenciosos y hasta algo invisibles: los gases y el ruido. Estos contaminantes emitidos a la atmósfera ya han tenido graves consecuencias en la salud de los seres vivos, incluyendo plantas y animales, los cuales están en contacto directo en todo momento de su vida. Esta situación debería incluirse, de manera conspicua, en todas las agendas ambientales, nacionales e internacionales.

Si usted ha viajado a ciudades tan densas como Mexicali, el Distrito Federal, Beijing,  Ludhiana, Lanzhou, es posible que, en ocasiones, se le irriten los ojos o la garganta; que se le ensordezcan o duelen los oídos debido al ruido que emiten tantos vehículos en circulación. También, seguramente ha escuchado a las personas mayores comentar que cuando eran niños se respiraba un aire más limpio y que hasta era posible ver lugares muy alejados, ya que el aire era más transparente. Pero esta realidad nostálgica ha cambiado y hoy la contaminación del aire es un problema en muchas ciudades de acelerado crecimiento y desarrollo, ya que en estos lugares se liberan grandes cantidades de contaminantes a la atmósfera, incluyendo el ruido, procedentes de la creciente carga vehicular sin precedente, así como de las actividades industriales y de los hogares. Precisamente son estos contaminantes los que nos causan molestias en los ojos, piel, vías respiratorias y oídos.

Pero para poder entender mejor el tema de la contaminación atmosférica, y propiamente el concepto de “cuenca atmosférica”, es necesario que repasemos una serie de conceptos que, aunque parecen tan obvios, siempre dejan un espacio para las discrepancias, los modismos y las interpretaciones convencionales.

Empezaré diciendo que la atmósfera, lugar de donde procede el oxígeno que respiramos, se estructura en capas que se encuentran a diferentes temperaturas y están compuestas por distintos gases. Para efectos del presente análisis, prestaremos atención sólo a la troposfera y a la capa de ozono (O3) en la estratosfera. La troposfera, entre 0 y 10 km sobre el nivel del mar, dentro de la cual se desarrolla la vida aérea. La estratosfera, hasta 80 km de altura, es un "aire" muy enrarecido, con mucha menor densidad. En ella existe una capa de ozono (O3de unos 20 km de altura, que resulta esencial para la vida. Esta capa es una especie de "escudo" que protege a la Tierra de radiaciones solares letales, conocidas como rayos ultravioleta.

Otro concepto que debemos entender bien es el de contaminación atmosférica. Esta consiste en la liberación de sustancias químicas y partículas a la atmósfera, alterando su composición y suponiendo un riesgo para la salud de las personas y de los demás seres vivos. Los gases contaminantes del aire más comunes son: el monóxido de carbono, el dióxido de azufre, los clorofluorocarbonos y los óxidos de nitrógeno, producidos por la industria y por la combustión de los vehículos. La contaminación atmosférica puede tener un carácter local o global.

El término que ya se ha hecho muy familiar es el Imeca (Imecas), siglas correspondientes para el Índice Metropolitano de la Calidad del Aire. Aunque al principio costó trabajo entender qué significaba este índice, después de algunos años una gran parte de los habitantes de la ciudad de México, pudieron interpretar los valores reportados. Hoy se sabe que si estamos por arriba de 100 Imecas, la calidad del aire no es buena y que si el valor es igual o menor a 100 entonces la calidad de aire es por lo menos aceptable.

Por otra parte la contaminación acústica hace referencia al ruido, entendido éste como un sonido excesivo y molesto, provocado por las actividades humanas (tráfico, industrias, locales de ocio, aviones, etc.), que produce efectos negativos sobre la salud auditiva, física y mental de las personas. Algunos autores han definido al ruido como el sonido no deseado y que es meramente circunstancial y subjetivo. Ya que lo que a algunos puede parecer un sonido agradable, para otros puede tratarse de un ruido realmente molesto, en función de las circunstancias socio-culturales de cada quien.

Dentro de este marco de conceptos, está el decibelio (dB), la principal unidad de medida utilizada para el nivel de potencia o nivel de intensidad del sonido. En esta aplicación la escala termina hacia los 140 dB, donde se llega al umbral de dolor. Le recuerdo que el oído humano sólo puede soportar ciertos niveles máximos de ruido, expresados en decibeles. Por ello no deben registrarse más de 30 decibeles para que una persona pueda dormir bien.

Finalmente, otro problema de envergadura que ya está teniendo repercusiones negativas al ambiente y en la salud de las personas es la contaminación visual. Entendida ésta como una alteración de la imagen o fisonomía del entorno urbano, causada por la acumulación de productos de desecho (basura), automóviles abandonados a diestra y siniestra, terrenos baldíos y enmontados,  edificaciones y bienes materiales en pésimo deterioro, así como una descarada violación en las densidades y características físicas de publicidad o espectaculares. Añádase a esto la creciente cantidad de limosneros o indigentes, y personas empedernidas en algún vicio. Entre las alteraciones que este tipo de contaminación provoca está el estrés, dolor de cabeza, distracciones peligrosas, accidentes y problemas ecológicos ambientales.

Conclusiones

Ante todo este contexto,  el uso de “cuencas atmosféricas” como unidad espacial permite una mejor gestión de la calidad del aire, incluyendo el manejo del ruido o contaminación acústica. Una cuenca atmosférica es un volumen de aire que está separado de otro por factores geográficos o meteorológicos. Cuando hablamos de una cuenca atmosférica nos referimos a una zona geográfica donde los contaminantes atmosféricos de fuentes "aguas arriba" o dentro del área de flujo están presentes en el aire.

En diversas partes del mundo, el interés de autoridades y sociedad en mantener niveles de contaminación bajos ha llevado a definir los dominios espaciales de administración de medidas de control de emisiones y de monitoreo utilizando regiones definidas bajo consideraciones físicas. Al igual que se trabaja en hidrología por medio de cuencas, en las cuales el ciclo hidrológico y la administración del agua quedan delimitados por fronteras topográficas, en la gestión de la calidad del aire se comienza a pasar en definir dominios de acción en donde los factores geofísicos como la orografía y la  dinámica  de  la  atmósfera  sean  tomadas  en  cuenta,  más  allá  de  delimitaciones puramente políticas.

En México, el uso de “cuencas atmosféricas” requiere mucha divulgación y concientización entre las autoridades ambientales y la sociedad en general, a fin de que hablemos el mismo lenguaje globalizado.

Para mayores informes puede dejar sus comentarios en este mismo blog, o bien escribir a joaquinbecerra16@gmail.com

Crecimiento Geométrico y Progresión Aritmética ¿Escenario o Catastrofismo?

 
Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla…” Génesis 1:28.  Con esta exhortación quiero decirle que la población mundial actual, al jueves 4 de abril de 2013, en punto de las 23:08 p.m., cuando adapté esta nota, era de 7,110, 875,485 de habitantesEs posible confirmar esta cifra en la página www.7billionactions.org, ya que ésta contiene un contador automático que permite apreciar cómo aumenta la población mundial a cada segundo.


Pero antes de hacerlo, déjeme traer a su memoria aquel contundente mensaje del Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, del 14 de septiembre de 2011, en Nueva York, cuando dijo: “El ciudadano 7.000 millones nacerá en un mundo de contradicciones. Tenemos comida suficiente, pero millones de personas padecen hambre. Somos testigos de modos de vida lujosos, mientras millones de personas viven en pobreza. Tenemos excelentes oportunidades para el desarrollo, pero también tenemos obstáculos enormes”.
 
En esta apertura de palabras, la Organización de las Naciones Unidas habría calculado que el 31 de octubre de 2011, nació el habitante 7.000 millones. Y ¡así  fue! Al día presente esta cifra ha sido superada por más 110,000 habitantes. Las ciudades también se han ampliado.
Pero ¿Qué significa que seamos más de 7.000 millones de personas en la Tierra? Significa mucho, porque de acuerdo al mensaje supracitado, pareciera que estamos llegando a la cúspide de las nuevas clases sociales: los muy ricos y los muy pobres; los muy sanos y los muy enfermos; los super-intelectuales o también llamados niños Iñigo versus los Iletrados o analfabetas del prestigioso Siglo XX1. En otras palabras, como lo refiere el génesis bíblico, nos estamos sojuzgando los unos a los otros. Este hecho tiene muchas repercusiones en la vida de las personas, así como en la política, la religión, la economía, la urbanización y los servicios de salud, pero sobre todo en la afanosa tarea de lograr el Mundo Ideal, Sustentable y Saludable.
Ante el nuevo panorama que presenta el adentrado siglo XXI, está el compromiso de lograr un cambio en la mentalidad de las personas, para que ajusten su conciencia y su actitud con referencia al medio ambiente. Se hace entonces imperante desaprender y reaprender las cosas, aunque parezcan tan obvias. Los daños al planeta durante los últimos 250 años han sido fatales y son atribuibles a la creciente actividad humana, dizque en beneficio del llamado desarrollo económico y social. Esto viene culminando en lo que algunos, muy elegantemente, llaman “cambio climático”, aunque esto también tiene sus asegunes. Pero lejos de ello, la disponibilidad de agua, la seguridad alimentaria, el acceso a la vivienda, los ecosistemas sanos y la adaptación al cambio climático, son los principales retos ambientales del Siglo XXI, mismos que requieren ser atendidos de forma integral y mediante acciones prioritarias en las que participen todos los sectores sociales, ya sea de manera colectiva o individual.
Hablamos de mil millones de personas que necesitan comida, vestido y educación, y que tarde o temprano requerirán también una fuente de trabajo para ganarse la vida. Thomas Malthus (1798), había pronosticado que “la población crecería a un ritmo geométrico, en tanto que los recursos lo harían en progresión aritmética. Por tanto la capacidad del hombre para reproducirse iba a superar rápidamente su habilidad para producir su propia comida”. Este es el escenario en el cual nos encontramos, vivamos donde vivamos. La producción de bienes y servicios no está creciendo al mismo ritmo que la población lo necesita, en términos de cantidad y calidad, ya que poblaciones enteras padecen hambruna y sed. Como sociedad producimos mucho, pero no siempre lo que más se necesita, sino lo que mejor se vende y deja utilidades inmediatas, generalmente monetarias. Esto constituye un grave error para la sociedad, pues debido a la irregular distribución de la riqueza, la producción se orienta a estimular el consumo de quien puede pagar con creces, no de aquellos que en verdad la necesitan. Así se construye el inevitable puente entre los muy ricos y los muy pobres; situación que es cada vez más deprimente en un mundo globalizado.
Basta señalar que en la mayoría de las ciudades latinoamericanas existen barrios llenos de miseria, sin acceso a servicios de salud debido al incontrolable crecimiento urbano. Actualmente una de cada 10 personas viven en las ciudades y se estima que hay casi mil millones de pobres en el mundo. Pero cerca de 750 millones viven en áreas urbanas sin vivienda adecuada ni los servicios básicos. El asunto de la población es crítico para nuestra humanidad y también para la tierra. Pero no se trata de una cuestión de espacio físico-terrestre, sino de igualdad, de oportunidad y de justicia social. ¿Será esto posible en un mundo que ha rebasado le exhortación de “llenar la tierra”?
Según  indicadores sociodemográficos, el comportamiento de la población tendrá los siguientes matices:
  • La población mundial llegará a 8.000 millones para 2025, 9.000 millones para 2043 y 10.000 millones para 2083. Y… vamos a un ritmo constante.
  • En el año 2000, la población mundial alcanzó los 6.100 millones y está creciendo a un ritmo anual de 1,2 por ciento.
  • Cada año 77 millones de personas se agregan a la población mundial.
  • La expectativa de vida promedio en todo el mundo ha aumentado en 20 años, pasando de 48 años de edad en 1950 a 69 o 70 años en la actualidad.
  • Dos tercios de la población mundial tienen menos de 40 años de edad.
  • Más de 1,4 millones de personas viven con 1 dólar diario.
 
La vida en las ciudades, un imán.

El mundo está sufriendo la mayor ola de crecimiento urbano que se tenga registrada en la historia. Casi todo habitante del sector rural y de zonas marginadas anhela probar la ciudad. Actualmente las ciudades ocupan sólo 2% de la superficie terrestre, pero en ellas vive el 50% de la población mundial. Luego entonces el problema no es el espacio, sino la capacidad de brindar calidad de vida en estas grandes urbes o metrópolis.

Se calcula que actualmente, una de cada diez personas vive en una ciudad como la nuestra, pero dentro de 35 años lo harán dos de cada tres. Eso significará un terrible incremento para las ciudades urbanas y una mayor demanda de bienes y servicios, que en suma no estamos produciendo. Cada día se añaden casi 180.000 personas a la población urbana. Al respecto el informe sobre el estado de las ciudades del mundo 2008/2009 ONU-HABITAT, aclara que, el 60% de la población mundial vivirá en ciudades en tan sólo dos décadas. Según el informe, a medida que las ciudades crezcan en tamaño y población, la armonía entre los aspectos espacial, social y ambiental del entorno urbano, así como entre sus habitantes, será cada vez más importante. Paro para poder asegurar dicha armonía, se deberá cimentar los dos pilares clave: la igualdad y la sustentabilidad. ¿Se logrará?

Conclusiones

Los próximos 2 mil millones de personas vivirán en ciudades, por lo que debemos empezar a proyectar para ellos un mundo mejor. Cada uno de los más de 7 mil millones y aquellos que nos están sucediendo, dependerán de la salud de nuestro planeta, por lo que es necesario cambiar nuestra mentalidad e inyectar una dosis de actitud reconstructiva. Hay que desaprender y reaprender muchas costumbres y conductas. Finalmente nunca hay que olvidar que:
  •  Cada día mil millones de personas padece hambre, mientras otros tiran la comida sin escrúpulos.
  • Cada día dos mil millones de personas sobreviven con un dólar diario, mientras otros despilfarran sus recursos.
  • Cada día mil millones de personas no tienen acceso al agua potable, mientras otros se ahogan en una alberca residencial.
  • Cada día mil mujeres mueren en el embarazo o durante el parto, debido a carecer de los servicios médicos y de salud básicos.
  • Somos parte de una comunidad mundial donde las medidas tomadas en un país o región pueden tener un impacto inmediato en otras partes del mundo.
  • Pero ante todo….la proyección del futuro de la población es un asunto incierto. ¡Hay que correr el riesgo!
 Fuente fue tomada y adaptada de: http://www.copenoa.com.ar/Un-mundo-de-7-mil-millones.html, Del Prof. Norberto Ovando